Osasuna es un equipo que yo he seguido siempre con interés. Lo que nunca entendí es como los entrenadores del conjunto 'rojillo' suelen arriesgar cuando juegan en el Camp Nou o en el Civitas Metropolitano. En cambio, cuando les toca visitar el Bernabéu deciden replegar a todos sus futbolistas al borde del área grande sin ánimo de contraatacar. Sistema defensivo que nos recuerda muchísimo al catenacio. De ahí que el equipo navarro lleve veintitantas temporadas sin ganarle al equipo merengue en la capital de España.
Pese al dominio insistente del equipo dirigido por Xavi Alonso, aunque conviene decir que sus jugadores no aprovecharon los disparos desde la media distancia para batir a Sergio Herrera, el gol de la victoria blanca llegó en el minuto cincuenta; gracias a que Mbappé fue derribado en el área por Juan Cruz. El francés se encargó de ejecutar la pena máxima con su habitual maestría. A partir de ahí nunca peligró la victoria de los locales.
Del partido apenas hablan los periódicos de tirada nacional. Porque lo que les interesa es airear a voz en cuello lo que ellos creen a pies juntillas; es decir, que el Madrid cometió alineación indebida con la entrada en el césped de Mastantuono. Incitando a Osasuna para que lo denuncie cuanto antes. Y yo me pregunto: ¿tan escasos de sesera están los dirigentes del mejor equipo del mundo para cometer semejante disparate; simple y llanamente por orgullo desmedido?
Los dirigentes del Real Madrid son consciente de que el Fútbol Club Barcelona es el equipo protegido a todos los niveles en la España actual. Por motivos que se ven a una legua hasta para quienes no les interesa el deporte rey. En suma: al equipo blanco no le bastará con jugar bien; de nigún modo... Sino que deberá afrontar la temporada luchando denodadamente contra un rival que amén de ser un magnífico equipo cuenta con las simpatías de todos los cargos existentes en el balompié. O sea...