Me piden que escriba de fútbol

Hable usted de fútbol, señor De la Torre; hágalo, por favor. Y tiempo habrá de pedirle que nos cuente usted cómo es posible que nuestro alcalde esté desvariando de la manera que lo viene haciendo. Me lo dice un personaje de la ciudad con quien me tropiezo por la calle Independencia, cuando yo procedo de bañarme en la playa de El Chorrillo.

Y, dado el respeto que le tengo a quien se dirige a mí con el rostro demudado y un punto de ira contenido, le respondo que no dudaré en complacerle porque hoy se televisa el partido Real Madrid-AC Milán en Shanghai. Partido veraniego. Claro que sí. Pero los grandes equipos están siempre obligados a causar la mejor impresión.

Todo lo contrario a lo que hizo el Madrid a partir de las dos de la tarde en España. Jugó pésimamente. Menos mal que los despropósitos cometidos por sus jugadores le habrán servido a Rafael Benítez para convencerse de que si decide jugar un 4-3-3 sin que Ronaldo, Benzema y Bale ayuden a un medio campo despoblado, su equipo no será capaz de obtener los resultados que se esperan de una plantilla extraordinaria.

Con Casemiro, Kross y Lucas Vázquez, huérfanos de ayuda de los delanteros antes citados, es imposible ganarle la zona vital del medio campo ni siquiera a un equipo italiano que dista mucho de ser aquel equipo glorioso de otrora. Cristiano Ronaldo es menester que deje de mirarse en el espejo de los elegidos y empiece a comprender que sus compañeros principian a mirarlo de arriba abajo.

El Madrid necesita, cuanto antes, hacerse con los servicios de un central zurdo y de un lateral que también maneje la pierna izquierda. De no ser así, mucho me temo que habrá muchos partidos en los que Arbeloa tenga que jugar en esa demarcación. Lo cual repercutirá negativamente en el rendimiento del equipo. A un equipo modesto no se le debe exigir la distribución racional de sus jugadores en el campo, por razones obvias; pero al equipo más grande del mundo habría que penalizarlo por cometer tal desatino. La banda izquierda del Madrid fue un desastre mientras estuvo jugando Arbeloa; sobre todo en ataque. Lo cual no es culpa de él, que podría jugar en la derecha cuando se le necesite.

Del Madrid que hemos visto en Shanghai, me cabe decir que Sergio Ramos debería haber sido vendido al Manchester United. Que Keylor Navas y Kiko Casilla están demostrando que son porteros expertos, valientes, decididos y que ambos no necesitan de la publicidad interesada para que se les haga el articulo a todas horas. El entrenador del Madrid, como escribí ayer o anteayer, que para el caso es lo mismo, debe evitar que no le ocurra lo que al asno de Buridan; no saber qué elegir de entre todo lo bueno que tiene en la plantilla. Tarea que no es fácil.

Ah, de nuestro alcalde no escribo nada; de momento, porque le he cogido aprensión.