Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 21 de marzo de 2025

Decir que se le va a pintar la cara a alguien no está bien visto

Nico Williams dijo al final del partido frente a la Selección de Países Bajos que en Valencia le pintarían la cara. Y, claro, inmediatamente Ronald Koeman puso el grito en el cielo. Porque él sabe perfectamente lo que significa esa frase. Es decir, amén de ganarles hacer todo lo posible por humillarlos. No cabe la menor duda de que las declaraciones del jugador del Athletic me sorprendieron. Dado que no hace mucho fue entrevistado en televisión y sus respuestas me agradaron sobremanera. Y así lo escribí en uno de mis artículos. 

Me imagino que ese error propició que alguien cercano a él le recomendara que saliera cuanto antes a la palestra para dar muestras evidentes de que había metido la pata hasta el corvejón. En ocasiones, sería conveniente que los futbolistas que no tuvieran los mejores conocimientos de nuestra lengua o bien estuviesen cortitos de formación, se abstuvieran de responder con frases hechas. O bien hacerse con La Ocasión la pintan Calva; libro que contiene 300 Historias de dichos y expresiones. Lo cual les vendría como anillo al dedo. 

De la Selección Española cabe decir que no jugó bien. De hecho, el gol de Mikel Merino llegó cuando el árbitro tenía ya el silbato en la boca a fin de dar por terminado el encuentro. Lo cual evidencia que Luis de la Fuente es un señor que está protegido por la Diosa Fortuna. Dicho ello como algo positivo. Pues sin semejante don le sería imposible ganar, ganar y ganar... Así que la Selección de Países Bajos bien haría en darse ya por derrotada en el próximo enfrentamiento en Mestalla.  


lunes, 17 de marzo de 2025

Hay entrenadores que tienen más cuento que Calleja

Dicho que se usa para expresar que alguien falsea la realidad exagerando todo cuanto le afecta para darle mayor relevancia o parecer él más importante. El entrenador del Atlético de Madrid debería darse cuenta de que actúa de forma parecida a cualquier milonguero. Alguien debería decirle que no es conveniente que ande cada día justificando las derrotas de su equipo con un rollo que nadie se cree. Máxime cuando dirige una plantilla que nada tiene que envidiarle a las del Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona.

'El Cholo Simeone', según dicen, es el entrenador mejor pagado del fútbol español. Y además ha logrado que nadie ose criticarle por no ganar los títulos que debería con la formidable escuadra rojiblanca. Lo cual demuestra que tiene unas relaciones extraordinarias con quienes dirigen los medios de comunicación. Y, por si fuera poco, su presidente no se cansa de airear a voz en cuello que 'El Cholo' seguirá al frente del Atlético hasta que el técnico argentino quiera.

El entrenador del Atlético nunca achaca las derrotas a errores suyos. Faltaría más. Y si pierde frente al Madrid la culpa es de los árbitros. En cambio, cuando el Fútbol Club Barcelona les gana no se corta lo más mínimo en decir que el Barça es el mejor equipo del mundo. Del entrenador 'colchonero' sería injusto no destacar la habilidad que tiene para que la hinchada rojiblanca lo tenga subido en un pedestal. Y le permita salir del banquillo, cuando pintan bastos para su equipo, con los brazos en alto y arengando a los espectadores como si su labor fuera la de animador de masas. 

El Atlético se adelantó ayer en el marcador por medio de Julián Álvarez. El cual logró el gol en un minuto crucial del encuentro. Es decir, en el minuto 45. Y se fue al descanso henchido de moral. Y, por si fuera poco, Sorloth obtuvo el segundo tanto cuando se llevaban ya jugados más de setenta minutos. Pues bien, con 2-0 de ventaja, que no es moco de pavo, el equipo dirigido por Simeone encajó cuatro goles en veintitantos minutos. Tiempo transcurrido desde el minuto 72 hasta el 90+8. Los autores de la debacle atlética fueron Lewandowski, Ferran Torre (dos goles) y Lamine Yamal. El cual no deja de ser un tormento para cualquier sistema defensivo que se diseñe para frenarlo. 




 

sábado, 15 de marzo de 2025

El Madrid gana por fin en el Estadio de la Cerámica

Seis temporadas llevaba el Real Madrid sin ganarle al Villarreal en su feudo. De modo que el Estadio de la Cerámica se convirtió en un campo considerado gafe para el equipo blanco. Se llegó a decir que los futbolistas merengues decaían ante los colores amarillos. Pues ya sabemos la mala fama que tiene ese color entre las personas supersticiosas. Nada que objetar al respecto. Puesto que en esta vida cada cual puede creer en lo que le dé la real gana. 

Pues bien, a los siete minutos del encuentro Foyth batió a Courtois. Lo cual no fue una sorpresa. Puesto que el equipo dirigido por Carlo Ancelotti suele concederles ventaja a sus rivales nada más empezar a rodar el balón. El portero belga evitó el segundo gol. Y Kylian Mbappé se encargó de darle la vuelta al marcador en un amén. 

Temporadas atrás, Sorloth -hoy jugador del Atlético- pertenecía al Villarreal y hacía sudar tinta china a los centrales del Madrid. En esta ocasión fue Ayoze Pérez quien le dio la tarde a Fran García. Por ese costado decidieron atacar los futbolistas dirigidos por Marcelino Toral. A propósito: ¿Por qué todos los equipos tratan de penetrar por esa banda?... Simple y llanamente porque por ese costado nadie ayuda  al lateral. Juegue quien juegue en esa posición. 

Eduardo Camavinga fue una vez más el animador del centro del campo. Es admirable su voluntad, espíritu de sacrificio y su habilidad para robar balones cuando el equipo no está rindiendo como debe... Además de haber ido aumentando su conocimiento acerca de cómo ha de actuar en el centro del centro del campo. Y sobre todo tiene cualidades suficientes para ocupar cualquier puesto en esa zona vital del terreno de juego. En suma: el Madrid obtuvo los tres puntos en una plaza muy difícil. Y lo hizo, conviene decirlo, tras llegar exhausto tras su partido de la UEFA Champions League frente al Atlético de Madrid. Es decir...


jueves, 13 de marzo de 2025

El Atlético de Madrid sigue siendo 'El Pupa'

Equipo desgraciado que siempre encuentra motivos para lamentarse tras ser derrotado por el Real Madrid en partidos trascendentales de la Champions UEFA League. Y, naturalmente, el encargado de airear tanta mala suerte es su entrenador. Conocido popularmente como 'El Cholo Simeone'. Lo cual no es óbice para que se le reconozcan sus conocimientos futbolísticos a un técnico argentino sobrado de cháchara; es decir, abundancia de palabras inútiles a fin de ocultar sus equivocaciones durante el transcurso de los enfrentamientos con el equipo más laureado del mundo. Una realidad incuestionable.

El Atlético se adelantó en el marcador cuando aún no se había cumplido el primer minuto de juego. Y fue debido a un fallo clamoroso de Asencio. Error grave que suele cometer el equipo merengue cada dos por tres. En esta ocasión, fue Gallagher quien se aprovechó del regalo. Y a partir de ahí el equipo rojiblanco tuvo oportunidades para dejar a su rival fuera de la Competición Europea. Las cuales fueron evitadas por Thibaut Courtois. El cual volvió a soportar las consabidas muestras desagradables de quienes otrora lo habían convertido en santo y seña de su club.

Tambien Vinicius Juniór fue vilipendiado cada vez que tocaba el balón. Pero el brasileño no perdió los papeles. Si bien es cierto que falló un penalti en el minuto setenta. Celebrado a voz en cuello por los hinchas rojiblancos. En esta ocasión, hizo bien Carlo Ancelotti en sustituir al brasileño a fin  de evitar que el encuentro se convirtiera en un espectáculo denigrante. Resumiendo: en la tanda de penaltis se impuso el Madrid. Y quedó para el recuerdo la anulación del gol marcado desde los once metros por Julián Álvarez. Decisión de un árbitro polaco, de nombre Szymon Marciniak, atiborrado de experiencia, que vio cómo el jugador argentino tocó el balón con los dos pies. De acuerdo con las imágenes exhibidas por el VAR y que han permitido que cunda la discusión al respecto.