Goleada del Madrid a un Sporting muy endeble

Hacía muchos años que yo no veía un equipo de Primera División tan endeble. Tan poca cosa. Tan dispuesto a dar facilidades a un Madrid que necesita jugar con  rivales que le ayuden a coger la confianza necesaria para cuando le toque enfrentarse a equipos de su talla o bien de los que saben competir contra los grandes. Pena dio, pues, el Sporting de Gijón durante la primera parte de un encuentro que quedó sentenciado en apenas un cuarto de hora.

Bale está hecho un coloso.  Y me alegro muchísimo. Ya que me cuento entre los pocos que en su momento, cuando le llovían las críticas y se decían de él impropios y mentiras tras mentiras -¿verdad, Relaño?-, me mantuve en mis trece: el galés es un jugador extraordinario y por tanto será pieza vital e imprescindible en el Madrid muchas temporadas. Hoy ha vuelto a dar muestras evidentes de su valía. Su gol de cabeza, uno más, fue espectacular. Y qué decir de su juego vertiginoso y perpendicular. Lástima que se haya lesionado. Porque está en un momento de forma sensacional.

El Sporting, amén de ser un equipo modesto, salió dormido y permitió que Benzema y Cristiano marcaran sus tantos con enorme facilidad. Todo ello como consecuencia de un apabullante dominio de un Madrid que apenas necesitaba que sus jugadores hicieran el menor esfuerzo en defensa. Así que Kroos y Modric, sin despeinarse, dominaban la zona ancha. A pesar de que Isco apenas aportaba nada. Menos mal que su pase a Benzema, acabado en gol, le salvó de naufragar en un partido en el cual todos sus compañeros estaban más que entonados. Eso sí, tanto Marcelo como Carvajal supieron oxigenar a su equipo en ataque.

La lesión de Bale le sentó como un tiro al Madrid. Por algo fundamental: es tan imprescindible en estos momentos como para que piensen sus compañeros que le pueden echar mucho de menos contra el Betis en el Benito Villamarín. (Por cierto, un Betis que ayer me gustó sobremanera en Villarreal). La segunda parte fue insulsa. Comenzó con los jugadores del Sporting metidos todos en su área para evitar otro carro de goles. Pero viendo que los madridistas ya no querían hacer más sangre se fueron animando y hasta marcaron el gol del honor que decíamos los escolares cuando jugábamos en el patio del colegio. Por consiguiente, el segundo tiempo fue horrible.

Tan horrible como para llenarnos de dudas. ¿Será posible que el Madrid con un medio campo compuesto por tres jugadores que apenas defienden y falto, tantas veces de la ayuda necesaria de sus delanteros, aguante el tipo ganador ante equipos de campanillas? A mí, la verdad sea dicha, no me pare nada fácil la empresa. Por más que me aferre a la fe que tiene Florentino Pérez en su entrenador: "Zidane consigue todo lo que se propone". 

A mí me parece que en el medio campo del Madrid la presencia de Kovacik, junto a Kroos y Modric es necesaria. Como asimismo James debe ser el jugador que acompañe a los delanteros en momentos adecuados del partido y sobre todo si Bale o Benzema son bajas. Tampoco debería Zidane olvidarse de Lucas Vázquez.  Magnifico futbolista y además con enormes dosis de voluntad y sacrificio. En fin, que los próximos rivales del Madrid, pese a la mejoría evidenciaba por el Betis, no son tan complicados como los que llegarán  en los meses próximos. Así que al entrenador del Madrid le queda tiempo para ir afinando...