Paseo sabatino

Hoy decidí darme una vuelta por el centro de la ciudad, para relajarme, tras haber estado trabajando un buen rato a prima mañana. Y aproveché la ocasión para visitar Óptica Zurita con el deseo de que me ajustaran unas gafas. Y, como siempre, fui atendido con celeridad y con la amabilidad que distingue a quienes desempeñan su labor en esa casa. No me extraña, pues, que Óptica Zurita, después de haber cumplido más de cien años de historia, siga siendo el establecimiento preferido, en su especialidad, por los ceutíes.

A la altura de la plaza de los Reyes me cruzo con don Rafael Vivas Guzmán: Dermatólogo. Y en quien innumerables ceutíes tienen depositada su confianza. Con él me une una amistad que nos permite hablar sin circunloquios. Lo cual me agrada sobremanera. Lo primero que le digo es que suelo dormir bien, que lucho denodadamente por no arrastrar los pies, y que vivir es un placer. Ni que decir tiene que mi querido don Rafael celebra mi costumbre de vivir. Y no duda en aconsejarme en otros menesteres. Y le haré caso. Faltaría más.

Tras tomar un vino en un bar de la calle Jaudenes, encamino mis pasos hacia el Mesón  la Dehesa, situado en la recoleta plaza dedicada al padre Perpén. Y descubro que está lleno a más no poder. ¡Qué alegría de terraza! Así se lo manifiesto al hombre que ha sido capaz de revitalizar el establecimiento. David Escamez, con su humildad característica, me agradece el elogio pero, en menos que canta un gallo, me dice que todo se lo debe a Alberto Gallardo. Cuya forma de ser ha hecho posible lo que parecía complicado. En los tiempos que corren, créanme,  es muy difícil que los empleados hablen bien de los empresarios. Pero... Alberto Gallardo es un privilegiado en ese aspecto.

Mi amistad con Quico Martel data de hace muchos años y, por tanto, siempre que nos vemos se nos nota que nuestra camaradería es de verdad. De las que no suelen venirse abajo por dimes y diretes. Quico es un tipo que siempre vive entusiasmado con los éxitos de sus amigos -que los tiene en cantidad- y de los que habla y no acaba. Hoy me ha contado cómo Elsa Rovayo -'La Shica'-, artista singular, está dispuesta a presidir una fiesta en Ceuta y a la cual habrá de acudirse con disfraz. También me ha puesto al tanto de unas actuaciones suyas al piano, dentro de nada, para atender a una causa necesitada de todas las ayudas posibles. Quico suele ejercitar la bondad sin alharacas.

Siempre me he llevado bien con los taxistas. Muchos de ellos me conocen y aprovechan la carrera para preguntarme sobre lo que creen oportuno. Uno ha querido saber hoy qué pienso yo sobre la final de la Copa del Rey que jugarán Barcelona y Sevilla. Y le respondo que el favorito indiscutible es el equipo catalán. No sólo por ser muy superior al Sevilla, sino porque el partido se va a celebrar cuando apenas los hispalenses han afrontado otra final contra el Liverpool y han estado celebrando la victoria a lo grande. El taxista, sevillista fetén, está convencido de que su equipo va dar la campanada. Y a mí se me ocurre decirle que no caerá esa breva. Y que no hay que ser especialmente pesimista para aceptar que el Sevilla perderá. Eso sí, ojalá que mi predicción no se cumpla.