Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

sábado, 29 de abril de 2017

Victoria sufrida del Madrid

Se presentó el Valencia en el Bernabéu con ínfulas. Respeto que no se han ganado sus jugadores por mor de sus rotundos fracasos durante la temporada; lo cual no les impidió hacerles pasar un mal trago al Madrid. Sobre todo porque los che se podían permitir el lujo de jugar sin prisa. Mientras que el Madrid trataba de hacerlo de prisa y corriendo. Embarulladamente en ocasiones. 

El  equipo valenciano, compuesto por jugadores menudos, veloces, ágiles y con mucha calidad, jugó con cuatro defensas, dos volantes -Parejo y Carlos Soler-, capaces de defender y también de ordenar y mandar en el césped. Por delante de ellos, Munir, Orellana y Nani eran un incordio permanente en el centro del campo, en tanto y cuanto Santi Mina jugaba como delantero centro falso y dejaba sin referencias de marcaje a los centrales madridistas: Nacho y Ramos. Mangala y Garay se encargaban de Benzema y Cristiano, mientras los laterales, Montoya y Lato, trataban de impedir el juego por las bandas del Madrid.

Así que principió el partido con dos clamorosos fallos de Sergio Ramos. Ambos estuvieron a punto de poner por delante en el marcador a los valencianos. Y es que el Madrid parecía atenazado por los nervios y sobre todo disminuido por el mal momento de juego que están atravesando Modric y Kroos. A quienes parecen afectarles los éxitos que vienen consiguiendo los compañeros que suelen jugar en esa alineación etiquetada como Plan B. Y no sería extraño que les estuviera traicionando un exceso de responsabilidad. Cosas del fútbol. Cosas de la vida.

A partir de ahí el único que buscaba soluciones era James. El cual empezó jugando orillado a la banda derecha y desde esa posición, que no es la mejor para él, intentó por todos los medios hacer valer sus cambios de orientación; siempre tan medidos como prácticos. Pero no surtían el efecto deseado. Porque Benzema sigue jugando con más tristeza que la que tenía Morata cuando apenas jugaba. Y, claro, el francés no da pie con bola. Y de Cristiano solo se puede esperar que haga gol. Mas hubo un momento en que el colombiano tuvo que irse al lado izquierdo para ayudar a Marcelo en su pugna con Munir. James, eso sí, trabajó de lo lindo hasta que fue sustituido, avanzada ya la segunda parte.

El gol de Cristiano llegó en el minuto 26. El centro de Carvajal era tan preciso como para que el portugués lograra, mediante un testarazo, adelantándose a Garay, batir a Alves. Aun así, el Valencia seguía mostrándose amenazante y evidenciando poderío en casi todas sus líneas. En cambio, entre los jugadores del Madrid cundía la inseguridad. Que bien pudo aliviarse si Cristiano hubiera marcado el penalti. Los penaltis, creo haberlo dicho muchas veces, más que bien parados son mal ejecutados. Y el de Cristiano fue el mejor ejemplo. Ello sucedía en el minuto 54. A partir de ahí los nervios afloraron aún más entre los jugadores merengues.

Zidane decidió que James debía dejarle su sitio a Marco Asensio (65') y colocó a éste por delante de Marcelo, cuyos despistes defensivos podían ser aprovechados por Munir, y el mallorquín logró que su equipo recuperara ese segundo aliento que le era tan necesario. Ese saber jugar bien superando la fatiga. Y a fe que el cambio surtió el efecto deseado. Hasta el punto de que Marcelo padeció menos en tareas defensivas y pudo sumarse al ataque gozando de más protección. Incluso dio la impresión de animarse Benzema.(sustituido poco después por Morata).

Pues bien, fue entonces cuando Modric, rodeado por jugadores del Valencia, que buscaban el gol afanosamente, se empeñó en sacar el balón en corto y, tras perderlo, hizo falta. La que le dio a Parejo la oportunidad, una vez más, de demostrar que es más que perito en esa materia. Fantástico gol del exmadridista y cundieron por el Bernabéu los malos presagios. Menos mal que siempre existe, como en el mundo del toro, el quite del perdón. Y éste se lo ganó Marcelo con su gol. Con la derecha, además, cuando el partido estaba agonizando. Al revés de lo que ocurrió frente al Barcelona.

Aun así, yo creo que Zidane debe estar en estos momentos sumido en un mar de dudas. Porque el medio campo del equipo, llamado Plan A, se ha venido abajo de manera tan clara como peligrosa. Y, dado que Benzema tampoco atraviesa el mejor momento de su carrera, haría muy bien en cavilar al respecto para arreglar semejante desaguisado. Jugadores tiene para formar un centro del campo glorioso. Tanto para jugar por el centro como por las bandas. Y el delantero centro ideal: Cristiano Ronaldo.  Tarea compleja, claro que sí; pero ZZ tiene los mejores mimbres...















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