Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

sábado, 19 de agosto de 2017

Odio patente

Fue el miércoles pasado cuando tuve yo la oportunidad de charlar con varios conocidos cuyas simpatías por Juan Vivas hace ya mucho tiempo que se tornaron en odio patente. Ellos están convencidos de haber sido víctimas de venganzas personales disfrazadas de depuraciones políticas: "como el odio puro suele disfrazarse de alguna forma de limpieza: religiosa o étnica o ideológica".

A mí se me ocurrió decirles, con todo el respeto posible a mis conocidos y apreciados por mí, que hay que ver las vueltas que da la vida... Y uno de ellos me recordó que yo también me había hecho notar -últimamente- por haber cambiado de parecer en relación con cuanto concierne a nuestro alcalde. Y no tuve el menor inconveniente en darle la razón. Y hasta le aclaré el porqué de mi actual postura.

En ocasiones, una mudanza de opinión por convencimiento, por acopio de nuevos datos, o por un cambio necesario de actitud ante hechos que me alertaron de qué manera no era correspondido por quienes tendrían que haberme estado agradecidos, la considero no sólo necesaria, sino honrosa y elogiable. De no haberme decidido a dar ese paso habría seguido atentando contra mi capacidad de evolución.

Tampocó me corté lo más mínimo en recrearme en la suerte mediante la frase hecha: "No me gusta hacer leña del árbol caído". Aunque en este caso no se trata de que nuestro alcalde esté ya derrotado en todos los sentidos. De ningún modo. Si bien ya no cuenta con el gran predicamento que tenía entre los ciudadanos. Por lo que su voz tampoco tiene la autoridad de otrora en su partido. 

Lo que no conviene olvidar es que Juan Vivas lleva la friolera de más de tres décadas dirigiendo los destinos de Ceuta. Y tanto tiempo sentado en la poltrona le ha ido erosionando incluso su carácter jovial de otros tiempos. El cual le servía para camelarse al personal. ¿Quién no recuerda aquellos días en los que nuestro alcalde salía a la calle y la gente se amontonaba a su alrededor con el único fin de tocarlo? Como si fuera un santo laico. Con mucha menos postración los ha habido que acabaron ejerciendo de dictadores,

Los votantes en Ceuta se verán abocados en las próximas elecciones autonómicas a seguir confiando en Juan Vivas (si decide presentarse como candidato. Que lo hará... Aunque con menos convicción que otras veces), o bien darle la oportunidad a Aróstegui de tomarse el desquite de su frustrada vida política. Miedo, tengo miedo, mucho miedo...

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