Günter Netzer, Paul Breitner y Mario Anchisi

Nada más leer que Günter Netzer y Paul Breitner habían sido invitados por el Madrid a ver el partido frente al Bayern, que se juega mañana, me ha venido a la memoria el Trofeo Ciudad de Palma celebrado en la temporada 75-76 en el Luis Sitjar de Mallorca. Corría el mes de agosto cuando Real Madrid, Dinamo de Kiev y Español de Barcelona participaron en ese triangular

A la comida celebrada por los organizadores del acontecimiento fui invitado por ser entrenador del Real Mallorca y tuve la suerte de departir durante un buen rato con Miljan Miljanic. Persona tan agradable como capaz de hablar de fútbol sin solución de continuidad. Por cierto, a él le deben los preparadores físicos la importancia que tienen actualmente en el deporte rey. El entrenador serbio se percató muy pronto de que era un auténtico disparate que una sola persona soportara todo el trabajo que requiere la dirección técnica, táctica y física de una plantilla.

Momentos antes de conversar con el entrenador del Madrid, había visto pasear por la sala de estar del hotel a Paul Breitner; luciendo melena y barba y fumándose un puro que llamaba la atención. Tras preguntarme Miljanic por las cualidades de Manuel Campos Espinosa, portero del Betis que había jugado en el mallorqueta cedido por el club verdiblanco, a mí se me ocurrió preguntarle, así como quien no quiere la cosa, si el jugador alemán tenía licencia para exhibirse con un veguero tan largo como una manguera.

El entrenador del Madrid, que entendió a medias mi pregunta, me respondió algo parecido a lo que suscribo: Paul correrá esta noche más que nadie y jugará mejor que nadie. Y así fue... No sólo en el primer partido del VII Trofeo frente al Dinamo de Kiev, sino también en el segundo ante el RCD Español. El Madrid alineó a Miguel Ángel, Uría, Pirri, Sol, Camacho; Breitner, Netzer, Del Bosque, Velázquez; Amancio y Santillana. Resultado: 2-1 favorable al equipo merengue.

En el segundo partido, el RCD Español mantuvo el tipo y  hubo de recurrirse a los penaltis para decidir el ganador. Que lo fue el Madrid. Ese día, amén de ver el espectáculo que era el juego de Breitner como volante por la izquierda, Netzer nos deslumbró con un repertorio de pases largos y precisos y espectaculares cambios de orientación. A cuyo recital como organizador respondió admirablemente Daniel Solsona en la parte contraria.  

Aquellos partidos, celebrados los días 23 y 25 de agosto de 1975 en el Luis Sitjar de Mallorca, los tengo grabados en la memoria. No sólo por el buen juego de Breitner y Netzer y por la amabilidad y sapiencia de Miljan Miljanic, sino porque durante esas fechas disfruté de lo lindo  hablando de fútbol con Mario Anchisi: entrenador destacado, y secretario técnico del RCD Español durante varias temporadas.