Día grande para la Fundación Eduardo Gallardo Salguero

Hace mucho tiempo escribí en esta página cómo conocí a Eduardo Gallardo Salguero. Pero se impone la repetición. Ya que don Eduardo se la merece sobradamente. Mis relaciones con él fueron cortas pero suficientes para apreciar su cordialidad, su amena conversación y su amor por Ceuta y su Patrona. Todo ello basado en una educación que destilaba con suma naturalidad. 

La primera vez que yo hablé con el señor Gallardo fue porque un día me abordó en la calle para decirme que era lector de cuanto yo escribía. Y, poco tiempo después, me invitó a que pasara a su despacho y, tras una sabrosa conversación, decidió enseñarme una carpeta en la que guardaba todos mis artículos. Desgraciadamente, el Alzheimer padecido por él, terrible enfermedad, me privó muy pronto de frecuentar la amistad de un gran hombre que decidió abrirme las puertas de su amistad.

Amistad que he mantenido con sus hijos: Alberto y Eduardo. Y a fe que ellos han respondido siempre con el aprecio que yo les tengo. Alberto Gallardo Ramírez, presidente-fundador de la Fundación Eduardo Gallardo Salguero (destinada a promover acciones encaminadas a mejorar la calidad de vida de los adultos y mayores y personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas), está radiante de felicidad. Y no es para menos.

Pues fechas atrás le notificaron que la fundación que preside sería recibida en Audiencia por la Reina emérita en una recepción que tendrá lugar en el Palacio de la Zarzuela.  No en vano la Fundación Reina Sofía es una institución que lleva 40 años dedicada a la investigación del Alzheimer. El acto será el martes 22 del mes que corre. Y el presidente será acompañado por familiares y empleados de la Fundación Eduardo Gallardo Salguero.

Alberto Gallardo Ramírez -sé que no te gustará lo que voy a decir- cuenta con una capacidad de seducción que le permite acceder a sitios necesarios para que cualquier labor ceutí -y mucho más la que hace la fundación presidida por él-, sea conocida lejos de aquí. Es más, de no haber sido por una dolencia física, en un momento determinado, tengo la certeza de que habría sido un serio aspirante a cualquier cargo político de relevancia.

AGR, de genio vivo y poco amigo de los listos de turno, siempre acude con celeridad cuando alguien solicita su ayuda. Hombre de palabra. Necesita ser comprendido para poder valorar sus méritos. Que no son pocos. Espero y deseo que la Audiencia en el Palacio de la Zarzuela sea para él y para los suyos un acto inolvidable. Que lo será...