Con Solari llegaron los goles

Comenzó el Viktoria Plezen acosando muy arriba y el Madrid no daba pie con bola. La presión del equipo checo duró quince minutos más o menos. Tiempo suficiente para comprobar nitidamente todos los males del equipo. Hubo de todo durante ese tiempo de juego: desvio del balón por parte de Nacho que se estrelló en el poste de la portería defendida por Courtois. Codazo de Sergio Ramos a Havel que, de haber habido VAR, el capitán habría sido expulsado. Ya que la sangre manaba abundantemente por la nariz del futbolista checo. Acciones como esas son las que van generando la leyenda negra contra el capitán del Madrid.

De pronto, en un abrir y cerrar de ojos, Benzema se acordó de que sabe jugar al fútbol como los ángeles, si es que los ángeles juegan, y se fabricó un golazo de los que no se olvidan. Fantástico. Tan extraordinario como para dejar a los checos abatidos. Tal es así que ya bajaron la cabeza. Aunque de cuando en cuando daban señales de vida. Eso sí, sin la menor convicción. Máxime cuando Kroos se adueñó del centro del campo y sobre todo de sus pies salieron centros precisos para que Casemiro y Benzema marcaran dos goles. El cuarto lo hizo Bale cuando la primera parte estaba dando las boqueadas.

En la primera parte, a pesar de la goleada, el Madrid mostró nuevamente todas sus carencias defensivas por el centro. Es inadmisible la lentitud con la que regresan a sus posiciones los centrales cuando acuden a rematar los saques de esquina. Tales errores no los perdonaría el Celta en Balaídos. Creo que Solari habrá tomado nota para cortar de raíz semejante anarquía defensiva. Por cierto, buen partido de Reguilón. Y además zurdo. Ahora lo que hace falta es que Mario Hermoso fuera capaz de jugar en el Bernabeú como lo viene haciendo con el Español, si acaso decide el Madrid recuperarlo.

A lo que iba, el Madrid principió la segunda parte con parsimonia ante un rival que apenas daba señales de vida. Y los cambios fueron llegando: Ramos dejó su puesto a Sánchez y salió del escenario entre abucheos y palmitas. No en vano había vuelto a las andadas con el codazo al rostro del ya citado Havel. Benzema fue sustutido por Vinicius y éste jugó a una velocidad a la que ya no estamos acostumbrados. El brasileño despertó la natural expectación. Con varias jugadas acertadas y otras a trompicones. Un pase suyo a Kroos lo convirtió éste en un golazo. 

La goleada del Madrid fue merecida. Si bien es cierto que sus tantos fueron llegando sin que el equipo funcionara como conjunto. Pero tampoco conviene desdeñar el acierto rematador de sus jugadores a balón parado. De cualquier manera, la prueba de fuego de Solari será en Balaídos. En Vigo ha de jugarse con firmeza defensiva. Para seguir diciendo que con Solari llegaron los goles.