Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

jueves, 11 de abril de 2019

Opiniones futbolísticas


Un bético, que dice serlo desde que su padre lo llevaba cogido de la mano a ver los partidos del equipo verdiblanco, y cuyo nombre omito porque no le he preguntado sobre si desea ser mencionado, me dice que está deseando que llegue el sábado para acudir al Sánchez Pizjuán para ver el derbi que más interés suscita. Al ser lector de este blog sabe perfectamente que yo no comulgo con los entrenadores que hablan del estilo de juego que imponen a sus equipos como innegociable. Es decir, que no reconocen sus errores aunque el club no consiga las victorias que, por dinero invertido en la plantilla, debe lograr. Y, peor aún, no tienen propósito de la enmienda.

Celta y Villarreal son dos equipos consagrados en la La Liga Santander. Pero que esta temporada están dando tumbos. El primero ha estado hasta ahora situado en puestos de descenso, mientras que  el segundo lucha denodadamente para salir de ese pozo. Su última derrota fue en el Benito Villamarín. Cierto es que un penalti fallado por Santi Cazorla, cuando el partido estaba dando las boqueadas, le privó de un empate de suma importancia para el conjunto amarillo. Eso sí, en ese momento me vino a la memoria  las declaraciones hechas a la prensa por Gerard Moreno y Aspas. Los dos coincidían en que el tiquitaca tuvo su momento. Y que en sus equipos, actualmente, ese estilo de juego les estaba perjudicando.

Diego Costa ha sido sancionado con ocho partidos por el Comité de Competición. Ha prevalecido pues lo escrito en el acta por Gil Manzano, árbitro extremeño. ¡Me cago en tu puta madre! fue la ofensa que salió de la boca del jugador que se muestra incapaz de domeñar su carácter volcánico. GM lo acusó también de cogerlo por la mano. Yo creo al árbitro. Pero no tengo más remedio que acordarme de las veces que Luis Suárez -por cierto, jugador extraordinario- ha menoscabado la autoridad de los colegiados con denuestos variados y que éstos han oído con claridad meridiana. Aunque sin darse por aludidos. Es ahí donde radica el privilegio. En la cobardía de quienes son injuriados y se hacen los lipendi. Por consiguiente, a partir de ahora el Comité de Competición debería entrar de oficio y castigar severamente tanto al insultador como al insultado; en este caso por hacerse el sueco. Pues medios técnicos existen para demostrar las ofensas.

José Mourinho fue destituido en diciembre de 2018 tras perder frente al Liverpool. Y sobre todo porque el Manchester United cada día jugaba peor. Lo dice quien no se perdía ningún partido de los también conocidos como los "Red Devils". El MANU ocupaba el sexto puesto de la clasificación. Si bien seguía vivo en la Champions League. En ocasiones, escribí acerca de los problemas que tenía un conjunto hecho para ganar. Y apuntaba hacia Paul Pogba. Cuyo juego casi nunca respondía a su fama y mucho menos al dinero que habían pagado por él. Mourinho trató de hacerlo jugar como mediocentro. Y cometía errores de bulto. Así que decidió colocarlo de segundo delantero, por detrás de Lukaku, y que si quiere arroz, Catalina. El entrenador portugués hubo de soportar la irregularidad de jugadores tan buenos como jóvenes; esto es, de Lingard, Rashford y Mc Tominay. La pereza de Martial y los errores de una defensa vulgar. El Manchester United con Solskajaer, entrenador, sigue sin dar la talla. Lo que falla, pues, es la plantilla.




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