Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

jueves, 6 de febrero de 2020

Endogamia


Definición de endogamia: Regla que exige que toda persona case dentro de un grupo social determinado, del que forma parte.  O lo es que lo mismo: en ciertas sociedades, costumbre según la cual los individuos contraen matrimonio dentro del mismo grupo de trabajo: ya sean maestros, funcionarios, comerciantes, periodistas... De cómo la endogamia se percibe en las ciudades pequeñas he escrito yo en varias ocasiones. Y no precisamente bien.

El virus de la endogamia, dicen quienes saben al respecto, acecha y corroe a todas las organizaciones humanas. Y lo tachan de una infección patológica que nos hace piadosos con los fallos de los nuestros e inclementes con los fallos de los otros. Por seguir la senda evangélica, se trata de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. También nos dicen que endogamia hay por todas partes: entre los periodistas y los jueces, los militares y los profesionales de la fontanería...

Buena parte del deterioro de la clase política procede del uso de la ley del embudo, con la que los políticos reaccionan ante las irregularidades delictivas, o no, de sus miembros; es decir, disculpas y excusas si son compañeros, dureza y represión si son adversarios. Esto es, al enemigo político ni agua. Aunque éste se haya ganado el derecho a saciar su sed. De ahí que de la política se diga: "Por muy sucia que se imagine uno la política, siempre lo es mucho más".

Hablar de endogamia política y no referirse al nacionalismo sería echar en saco roto que éste constituye uno de los fines más fervorosos de la endogamia. Nada agrede tanto a la igualdad de los seres humanos como la creencia de que alguien tiene más derecho que otro por el hecho azaroso de haber nacido en un sitio. ¿Qué mérito tiene eso?

Semejante pregunta, no sólo deberían hacérsela cada día gentes de esa laya, o sea, independentistas activos, sino también quienes presumen de españolidad a cada paso y sin embargo miran por encima del hombro, cuando les conviene, a personas que llevan residiendo muchísimo tiempo en el pueblo en que ellos fueron nacidos por casualidad.  



 





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