Los años cincuenta

 

Fructuoso Miaja -concejal, senador y alcalde socialista- habla en sus memorias de los años cincuenta.

Mucho se ha hablado sobre la década de los cincuenta. Yo considero que a principios de ella las voces contrarias a la dictadura, en el interior de España, se iban acallando. Era como si la Guerra Civil hubiera sucedido en un tiempo mucho más lejano. Y aunque el Caudillo seguía simbolizando la España franquista, otro tiempo comenzaba para la irrupción de nuevas generaciones. La Guerra Fría era el salvavidas del régimen. El cual tenía en Pio XII y Eisenhower dos importantes guardaespaldas de la situación política del país.

La Iglesia veía en Franco un valedor indiscutible. Porque a éste le parecía incomprensible que pudiera darse la separación de la Iglesia y el Estado. Pues tenía asumido que tal separación sólo podría ocurrir en sociedades o naciones que no disfrutaban de tener una sola y única fe. Una desgracia que él trataría de impedir en una España que quería llevar el título de Católica.  

Los anarquistas seguían apareciendo de higos a brevas con sus disparos y sus huidas. Pero poco a poco se fue extinguiendo el movimiento guerrillero y el anarquismo se tradujo en una guerrilla urbana y esporádica. Preferentemente en Cataluña, y gracias a dos líderes importantes: Facerías y Quico Sabater. De todas formas, la fuerza del anarquismo había sido ya sustituida por el partido comunista. A Facerías lo mataron en Barcelona. Sacó la pístola y disparó contra los policías que lo esperaban. El suceso había ocurrido el mismo mes que yo salía de la cárcel.

La huelga era ilegal en España. Aunque hubo fuertes conmociones entre 1951 y 1958. Cataluña y Asturias fueron los focos conflictivos más determinantes de este período. El protagonismo de la opinión clandestina dependía casi exclusivamente al Partido Comunista de España y al PSCU, su equivalente catalán. Los conflictos más graves fueron los de 1951. Cuando gran parte de Barcelona se movilizó en contra de Baeza Alegría. GobernadorCivil. Quien estaba popularmente relacionado con la vedette Carmen de Lirio.

Los huelguistas tomaron como pretexto la carestía de vida. Carestía que fue motivo de reflexión y estudio. El Gobierno respondió que los que menos podían protestar eran los que se llevaron a Rusia 6.000 toneladas de oro del Estado español. Recuerdo que el Frente de Juventudes creó el Día de Gibraltar. Así que el patriotismo seguía cubriendo todas las carencias.

En Ceuta, cualquier movimiento político hubiera sido descubierto inmediatamente. En mi caso, hubiese sido una auténtica temeridad implicarme en cuestiones políticas contrarias al régimen. Por tal motivo, en principio ni siquiera les prestaba atención a quienes me hablaban de socialismo o sindicatos. Yo vivía entregado a mi trabajo en Pesquera Mediterránea y disfrutaba de mi familia. Y los domingos, desde luego, no faltaba al campo de fútbol. Y además tuve la suerte de ver ascender a la Sociedad Deportiva Ceuta. Gracias a jugadores como López, Yeyo, Duró, Paz...