En el Madrid impera el desorden

El orden en un equipo de fútbol lo asume el entrenador. Y los jugadores han de responder a lo exigido por el técnico. Luego está la imaginación de cada futbolista. Aunque ésta se les permite a quienes están capacitados para salirse del guión establecido. En el Madrid actual impera el desorden. La descolocación de los jugadores en el césped es absoluta. Hay dos que no pierden el oremus: Courtois y Benzema. Los demás son como unos aficionados que se reúnen los fines de semana para jugar un partido de solteros contra casados. Y, claro, de semejante desbarajuste se ha aprovechado un Español que ha merecido la victoria. La cual pudo ser más amplia si Darder hubiera marcado el tercer tanto cuando se quedó solo ante Courtois.

El equipo entrenado por Vicente Moreno dominó el centro del campo desde el principio. Con cuatro centrocampistas se impuso al de los blancos, compuesto por Kroos, Modric, Valverde y Kamavinga escorado a la banda izquierda. La situación de éste no era ni chicha ni limoná. Es decir, que ni él sabía su cometido. Lo cual, además de lamentable, va minando la confianza de un futbolista recién llegado y con la edad en la boca. Tampoco sé a lo que juega Valverde: Al uruguayo se le ve porque es alto y además tiene buena prensa. Y, por si fuera poco, Modric y Kroos dan la impresión de que están dando ya las boqueadas como futbolistas de élite.

La superioridad del Español dio su fruto con un gol en el minuto diecisiete. Embarba eludió a Alaba y su centro al primer palo lo remató Raúl de Tomás por una anticipación fallida de Nacho. Cuya debilidad defensiva se va acrecentando cada vez más. Parece mentira que un jugador polivalente y cuya eficacia ha sido patente en los últimos años esté pasando por tan mal trance. Pero el Madrid no se puede permitir el lujo de tener una defensa cuya endeblez es manifiesta. Puesto que Lucas Vázquez tampoco da pie con bola. Lo que repercute en el rendimiento de los centrales. Que no es el que se esperaba de ellos.

El segundo gol del equipo blanquiazul lo obtuvo Aleix Vidal en el (59').  Aprovechando fallos en cadena por la banda que él transitaba. Es decir, por la izquierda de los visitantes. Los cambios realizados por Ancelotti cuando el Español trataba ya de mantener el resultado, sirvió para ver un Madrid que quería pero que no atinaba en sus acciones. Menos mal que, como casi siempre ocurre, surgió Benzema y acortó distancias con un magnífico gol. Quedaba tiempo para empatar... Pero ni el Madrid lo merecía ni su juego dio para lograr siquiera un punto. A partir de ahora, como es natural, Ancelotti tendrá que acertar con una alineación donde jóvenes y veteranos se entiendan bajo un sistema adaptado a las condiciones de todos ellos.