Sobre el fútbol de posesión

La derrota del Barcelona frente al Bayern de Münich debería servirle a Xavi Hernández para desprenderse cuanto antes de esa nostalgia de un fútbol que ya no se lleva y del que fue su máximo exponente durante una época. Un fútbol que le dio vida a los jugadores cortitos de estatura y que tanto Luis Aragonés como Vicente del Bosque supieron sacarle rédito cuando dirigieron a la Selección Española. Un estilo de juego del que hay entrenadores que gritan a voz en cuello que es innegociable. Cierto es, y conviene decirlo, que cada vez son menos los técnicos que se expresan de esa guisa.

Los sistemas y estilos de juego deben ser adecuados a las características de los futbolistas que haya en la plantilla. Por consiguiente, no entiendo cómo hay profesionales de los banquillos que -cuando las cosas no funcionan como corresponden a la categoría de sus jugadores- no dudan en proclamar que ellos mueren con sus ideas. Lo cual no dejar de ser una actitud retrógrada, egoísta, corta de miras... Sí, dice usted bien, cada uno tiene derecho a hacer de su capa un sayo; siempre y cuando sus errores no lo sufran los demás. 

Xavi Hernández, cuya única experiencia como entrenador ha sido en el Alsadd, fue recibido en la Ciudad Condal como un mesías. El día de su presentación, hace un mes más o menos, dijo que seguiría el patrón de juego impuesto por Cruyff, Guardiola y Luis Enrique, entre otros, como si el tiempo se hubiera parado en aquella época. Desdeñando que la evolución del fútbol ha sido una constante desde entonces. 

Al Barcelona siempre se le han indigestado los partidos frente al Bayern de Münich. Aun cuando contaba con Lionel Messi. Lo que debió tener en cuenta el ya reseñado Xavi. Máxime cuando su equipo viene dando bandazos de beodo. Y, claro es, el Barça volvió a tropezar en la misma piedra. Es decir, que salió goleado del Allianz Arena.