Quedan diez días para que se juegue la Final de la UEFA Champions League. Acontecimiento deportivo que no admite comparación con ningún otro. Por la sencilla razón de que el fútbol despierta pasiones y por tanto los estadios se ponen a tente bonete, como dicen los cordobeses. Es decir, llenos hasta la bandera. Así estará el Parque de los Príncipes de París. Escenario ideal para que Liverpool y Madrid compitan con la calidad que ambos atesoran.
Un amigo me insta a que le pronostique un ganador. Aun a sabiendas de que nunca me agradó imitar al recordado Acisclo Karag. Lo que no cabe duda es que Real Madrid y Liverpool son dos grandes equipos y a partir de ahí sí accedo a emitir algunos pareceres al respecto. Verbigracia: la plantilla dirigida por Jürgen Klopp es más amplia y quizá superior a la que tiene Carlo Ancelotti.
Hablemos de delanteros: los ingleses cuentan con Luis Díaz, Mohamed Salah, Sadio Mané, Minamino, Diogo Jota, Firmino y Oregi. Los blancos, en cambio, si Benzema causara baja -toquemos madera- por cualquier imprevisto, sería más que una contrariedad un problema morrocotudo. Puesto que su ausencia trastornaría todas las líneas y el Madrid se vería obligado a jugar sin delantero centro de referencia. Incluso, debido al escaso rendimiento de Marco Asensio en esa posición, cabría la posibilidad de situar a Viniciius y Rodrigo por el centro para poner a prueba tanto a Virgil van Dijk, Kanuté o Matip.
En el centro del campo, Klopp prescindió de Fabinho y Thiago Alcántara y asimismo de Robertson: lateral que ataca por su costado casi por sistema. En fin, que el técnico alemán dio descanso a ocho o nueve titulares frente al Southampton. Aun así el Liverpool no ceja en su empeño de ganar la Premier League. Ahora bien, mirado desde la distancia, es axioma la importancia que tienen en el Liverpool Fabinho y Thiago Alcántara. Ambos son piezas principalísimas. El primero como escudo de la defensa y el segundo como organizador del juego de ataque.
¿Qué como ataca el Liverpool? Te lo explico por encima: lo hace invadiendo el campo de sus rivales y si pierde el balón trata de recuperarlo en ese sitio; lo cual exige adelantamiento de la defensa para unir todas las líneas; eso sí, arriesgan dejando espacios libres. Ahora bien, los despejes sin ton ni son, sobre todo los que circulan por el centro, facilitan la labor de Thiago Alcántara por estar siempre bien situado para aprovecharse de esas jugadas. Unai Emeri no le dio importancia al cometido del centrocampista español y el Villarreal fue eliminado de la UEFA Champions League. No creo que Ancelotti cometa ese error.
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