Victoria sufrida del Madrid en Almería

Cada vez que Camavinga y Tchouameni jueguen en el equipo inicial han de hacerse a la idea de que no contarán nada más que con opiniones negativas de la prensa. Así que bien harían los jóvenes internacionales franceses en obviar semejante desafecto. De no hacerlo, mucho me temo que tales comentarios acabarán creándoles incertidumbres que les impedirán mostrar las cualidades que atesoran.  Y, claro, Ancelotti no dudará en decirnos a voz en grito que no tiene más remedio que confiar ciegamente en el trío bautizado por él como el Triángulo de las Bermudas; es decir, Modric, Casemiro y Kroos. 

La Unión Deportiva Almería, debido a un despiste monumental de Rüdiger y Nacho, se adelantó en el marcador cuando apenas se habían jugado seis minutos. El tanto tempranero, obtenido por Ramazani, lo acusó el equipo blanco. Mientras que los locales siguieron presionando muy arriba con Sadiq y Ramazani atosigando a sus marcadores. Así que ni Camavinga ni Tchouameni podían lucir nada más que protegiendo a su zaga. Y a fe que lo hicieron bien. Y hasta participaron correctamente desde su zona en el dominio que empezó a ejercer su equipo. Merecedor de goles evitados por Fernando; portero que tuvo una actuación sobresaliente.

El  Almería tenía superioridad numérica en el centro del campo. Zona vital del terreno de juego. De modo que el 4-3-3 ordenado por Ancelotti no podía con el 5-4-1 dispuesto por Rubi. Por más que Valverde, situado en la banda derecha, tuviera, como es ya habitual en él, la misión de ayudar a sus compañeros por ese costado. El gol de Lucas Vázquez (65'), siempre oportuno, llegó a tiempo para que el Madrid buscara la victoria sin solución de continuidad. La cual llegó en el minuto 75. Gol de Alaba, cuya entrada al césped se aceleró para que ejecutara una falta en sitio muy adecuado para demostrar su habilidad en ese menester. Su disparo batió a Fernando. Victoria sufrida de un Madrid cuyo entrenador confía ciegamente en los veteranos del centro del campo.