El césped del estadio Príncipe Felipe no estaba en condiciones para hacer virguerías con el balón. Circunstancia conocida por los jugadores del Cacereño y del Madrid con horas de antelación. Así que tuvieron tiempo suficiente para hacerse a la idea de cómo habrían de sacarle rédito a un terreno de juego más que blando. Los comentaristas dijeron que el estado de la yerba favorecía al equipo local. Cuya misión fundamental iba a ser presionar muy arriba para impedir que su rival pudiera salir desde atrás con la pelota jugada. Y, cómo no, para aprovechar cualquier desliz para adelantarse en el marcador.
El equipo dirigido por Julio Cobos cumplió perfectamente con su cometido e hizo posible que el Madrid no diera señales de vida durante gran parte del encuentro. A pesar de que en el equipo blanco se alineaban futbolistas como Ceballos, Camavinga, Tchouameni, Asensio, Hazard, Rodrigo, Lucas Vázquez, Militao, Nacho, Odriozola... Lo cual evidencia la dependencia que tienen los blancos de Modric, Kroos, Benzema y Vinicius. Menos mal que Rodrygo, otro de los que siempre dan la talla, marcó un golazo cuando parecía que la eliminatoria estaba destinada a dilucidarse en la prórroga. Aunque la victoria deja muchas dudas acerca del bajo rendimiento del equipo y sobre todo de los futbolistas que juegan menos.
Hay algunos que parecen ya irrecuperables para hacerse notar cuando los necesite el equipo. Verbigracia: Eden Hazard, desgraciadamente, sigue sin dar pie con bola cuando Ancelotti le da la oportunidad de reivindicarse. Odriozola parece que está ya para jugar partidos con los veteranos de la Real Sociedad o del Madrid. Nacho ha perdido esa virtud que tenía de rendir cuando salía del banquillo. Lucas Vázquez se ha estancado. Y qué decir de Vallejo.
En suma, que el Madrid depende actualmente de algunos jugadores veteranos y de dos o tres jóvenes. Escaso bagaje para un equipo que ha de disputar varias competiciones contra grandes rivales. Y no siempre harán milagros Courtois, Modric, Kroos, Benzema, Rodrygo o Vinicius. Ah, cuando un equipo, como el Madrid, se ve obligado a jugar en un césped en malas condiciones, bien haría su entrenador en imponer los saques largos para evitar la presión de sus adversarios, llegar al marco contrario a fin de aprovechar las segundas jugadas y además anular las acciones de los centro campistas contrarios. Entre otras acciones convenientes.
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