Competición continental que no ha generado el entusiasmo que esperaban sus organizadores. Aunque la selección ganadora celebrará la victoria por todo lo alto. Croacia y los Países Bajos jugaron un partido tan intenso como emocionante. En el cual hubo muchos goles y sobre todo nos permitió ver una versión extraordinaria de Luca Modric. El futbolista del Madrid rayó a gran altura. Lo cual, debido a los años que ha cumplido, tiene un mérito indiscutible. No tengo la menor duda de que José Mourinho se dirá para sí: ¡Y pensar que cuando recomendé su fichaje al Madrid se rieron de mí los más listos periodistas de la prensa madrileña!...
Luca Modric sigue siendo el jefe del centro del campo del Madrid y de Croacia. Ambos equipos necesitan todavía de su quehacer en esa zona vital del terreno de juego. Porque aún defiende muy bien, debido al espíritu de sacrificio que atesora. Y, por si fuera poco, observa minuciosamente cuanto sucede en ataque desde esa atalaya en la que actúa. Salvo raras ocasiones, nunca se complica la existencia cuando le toca sacar el balón jugador desde atrás. Y qué decir de sus cambios de orientación y de sus tiros desde la media distancia. De Modric se viene diciendo que su rendimiento no está ya a la altura de las exigencias del equipo merengue. Y resulta que se le echa de menos cuando no juega.
Bien haría Luis de la Fuente, seleccionador de España, en recordarles a sus centrocampistas la necesidad que tienen de evitar que el mejor Luca Modric surja durante el encuentro que han de jugar contra los croatas. Puesto que dejarlo campar por sus respetos sería, sin duda alguna, un error. El mismo que cometió el seleccionador de los Países Bajos.
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