Es uno de los entrenadores que yo he seguido desde hace la tira de tiempo. Y pude comprobar que sus equipos se distinguieron siempre por hacer de la sencillez virtud. Siendo técnico de la Sociedad Deportiva Eibar hizo las siguientes declaraciones antes de enfrentarse al Atlético de Madrid en la capital de España. Principiaba el mes de mayo de 2017. Y habló de esta guisa: "El Atlético es un equipo grande que juega como uno pequeño. No le hace falta ganar por mucho, ni resolver el partido desde el principio. No va como un loco... Si el partido se alarga no tiene preocupaciones".
No hace falta ser un lince en cuestiones futbolísticas para percatarse de que a José Luis Mendilibar ya le encantaba esa forma de proceder de 'El Cholo Simeone' como técnico rojiblanco. Máxime cuando él se veía obligado a emplearse tácticamente al contragolpe con equipos de medio pelo. A mí, la verdad sea dicha, Mendilibar me cayó bien desde que empecé a ver a la S D. Eibar dirigida por él. El conjunto guipuzcoano jugaba a lo que quería su entrenador. Aún me acuerdo de algunos de sus componentes: Capa, Rubén Peña, Dani García, Iván Alejo, Takashi Inui, Sergi Enrich, Kike García, Jordán, Dimitrovic...
En aquel equipo eibarrés imperaba el entusiasmo, la disciplina en los marcajes, el no dar balón por perdido, y sobre todo hacer de la sencillez virtud. Sin embargo, yo creo que Ramón Rodríguez Verdejo, más conocido como Monchi, harto de despedir entrenadores, contrató los servicios de Mendilibar por si acaso sonaba la flauta. Y sonó, vaya si sonó; puesto que de nueve partidos jugados bajo su dirección, el Sevilla ha ganado seis, empatados dos y perdido uno frente al Gerona. Y, por si fuera poco, ha ganado la final de la UEFA Champions League. No obstante, los hay que dicen que el técnico del Sevilla es la personalización de la suerte. Una opinión injusta.
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