Gil Manzano es un ídolo en Don Benito

Así que don Jesús se deja ver por las calles de su pueblo con aire de figura relevante del fútbol mundial.  El árbitro extremeño tiene asumido que está por encima del bien y del mal. Y a medida que ha ido progresando como trencilla de altos vuelos, hasta el punto de ser internacional con muy buena reputación, ha dado en la manía de mirar al Real Madrid, desde hace tiempo, por encima del hombro. Con ese aire de superioridad que adoptan quienes no encajan bien la fama lograda en cualquier actividad. 

Sus decisiones contra el Madrid podrían ser debidas también a que un buen día declaró que era madridista desde que vino al mundo y, claro, le pusieron a parir todos los enemigos acérrimos del equipo merengue. Y desde entonces sus arbitrajes al club más laureado del mundo son calamitosos. Verbigracia: el de ayer en Mestalla fue de una tendencia malsana hacia el equipo visitante. Y no creo, bajo ningún concepto, que fuera por temor a ese mal ambiente que reina en Valencia contra Vinicius. 

Por cierto, Vinicius Juniór demostró, una vez más, que no se arruga por más que su figura concite ese odio iracundo en la afición che. La cual no deja de insultarlo desde que llega a Valencia. Incluso lo esperan a su llegada al hotel para vilipendiarlo y si no lo agreden es porque llega protegido por quienes han de hacerlo. Semejante proceder no es digno de la Valencia cantada por Plácido Domingo. Sí, ya sé que energúmenos los hay a montones y en todos los sitios. Mas lo de Valencia contra Vinicius es detestable hasta extremos insospechados.

Ningún jugador desea pasar por ese mal trance que le espera a Vinicius cada vez que pisa Valencia. Pero el brasileñó, en vez de no ir a la Ciudad del Turia, acudió a ella, una vez más, con el deseo evidente de mostrar su valor y su categoría. Y pruebas evidentes dio de lo reseñado. Marcó dos goles y fue el más destacado futbolista que hubo en el terreno de juego. El encuentro fue entretenido y el árbitro extremeño pegó un petardo que le habrá valido para darse pote paseando por la calle principal de su pueblo, Don Benito, en el cual es idolatrado.