El Madrid defiende pésimamente

Lo he venido diciendo desde que empezó la temporada. Sus jugadores no se sacrifican en los marcajes cuando los contrarios poseen el balón. Semejante anarquía la explotó el Fútbol Club Barcelona y ahora el Milán. Da grima ver a los futbolistas merengues con el oremus perdido. Lo cual es aprovechado por los contrarios para batir a Lunin. A quien no se le puede culpar de nada. Sino todo lo contrario. Sus paradas han evitado hasta ahora goles cantados. La consigna de todos los equipos es atacar por la banda de Lucas Vázquez. El cual no está en condiciones de jugar en esa demarcación. Aunque tampoco quienes actúan por ese costado le ayudan cuando les toca correr hacia atrás. 

No entiendo cómo Carlo Ancelotti, entrenador curtido en mil batallas, sigue sin poner remedio a los males defensivos de su equipo. Tal vez sea porque ha perdido el norte o bien porque sus futbolistas han decidido jugar a su libre albedrío. Por ejemplo: es inadmisible que Álvaro Morata, actuando como delantero falso; es decir, alejándose de su marcador para enlazar con sus centrocampistas, se haya bastado para desquiciar al conjunto blanco. Y de esa manera han llegado los tantos de Malick Thiaw (11') y del ya reseñado Morata en el minuto treinta y ocho y el tercero de Tijani Reijnders en el minuto 72. Vinicius obtuvo de penalti el gol de su equipo.

Los centrales del Madrid, es decir, Rüdiger y Militäo, fueron incapaces de seguir a Morata. Por consiguiente, el Milán siempre tenía un jugador más en el centro del campo. Así que el internacional español jugó como le dio la gana. Sobre todo en la primera parte. En esta ocasión, además, quedó patente que los futbolistas blancos han perdido la fe en las remontadas. Es más, hay jugadores como Bellingham y Mbappé que andan por el césped desorientados. Cohibidos. Temerosos de que los abronquen por lo que está sucediendo. 

En fin, mucho me temo que Florentino Pérez no aguante más la situación que se ha generado en el equipo. Pues el  problema del Madrid es que recibe muchos goles. Lo cual no es fácil de corregir a estas alturas. Cierto es que tiempo ha tenido el entrenador para arreglarlo. Mas tengo la impresión de que éste se ha dormido en los laureles pensando en que su equipo marcaría más tantos que sus oponentes. Y ese pensamiento ha sido funesto para el Real Madrid. Hasta ahora.