El Madrid suele jugar en Valladolid como en su casa

Lo cual no me extraña. Y es así por una razón muy principal: el segundo equipo de los vallisoletanos es el Real Madrid. Al menos lo fue durante muchos años cuando se jugaba en el Viejo Zorrilla. Por cierto, en ese estadio vetusto y en el cual jugaron futbolistas de la categoría de los hermanos Lesmes, Morollón, Badenes, Saso, Landáburu, etcètera,  jugué yo en varias ocasiones. La primera fue con el Béjar Indrustrial frente al Europa Delicias. Vivero de muy buenos jugadores. Como entrenador del Real Mallorca en Segunda División A recuerdo un partido que empatamos a tres goles. Corría la temporada 74-75 y Morollón era un delantero que destacaba por su olfato de gol. Aquel día lo emuló mi siempre recordado Nebot.  

En aquel entonces descubrí yo que no solo el Pisuerga pasa por Valladolid sino que también los vallisoletanos son tan educados como acogedores. Por consiguiente, no es extraño que a mí me agrade sobremanera que el Real Valladolid se mantenga en La Liga de los mejores. Lo cual no es óbice para no desearle que gane cuando se enfrenta al Real Madrid. Porque así me lo impide mi madridismo. A propósito del Real Madrid, cabe decir que Kylian Mbappé fue el jugador que todos conocíamos en el París Saint Germain y en la Selección Francesa. 

A mí me da en las pituitarias que Kylian Mbappé debe ser una persona excelente y por tanto un magnífico compañero. Verbigracia: todos tratan de animarlo y protegerlo. Como jugador no hace falta catalogarle a estas alturas. Aunque tampoco conviene ocultar que su periodo de adaptación ha sido más largo de lo que se esperaba. A mí no me ha sorprendido. Dado que por ese trance pasaron futbolistas como Di Stéfano, Kopa, Puskas, Gento, Ronaldo Nazario, Cristiano Ronaldo y varios más. Motivo: simple y llanamente porque ingresar en el mejor club del mundo lleva consigo un alto índice de responsabilidad.

En fin, que el hack-trick logrado ayer por Kylian Mbappé, y la categoría demostrada cuando han pintado bastos, permiten pensar que si los principios dejaron dudas acerca de su rendimiento en el Real Madrid, seguramente atenazado por la responsabilidad, nos invitan a creer que a partir de ahora irá a más. Que no es poco.