Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

José Paz "El Chuli"·


A veces lo veo por la calle de Enrique el Navegante. Y me dice que viene de darse una vuelta por el Mercado Central de Abastos. Ya que es merodeador fijo de esa zona y sigue comunicándose con la gente que ha de ganarse los "grabieles" en plena calle. Le gusta alternar con quienes mantienen el tenderete en las aceras y viven cada día pensando sólo en el presente rabioso. Por estar convencidos de que hacer proyectos está reñido con una forma de ser donde prevalece poner la olla diaria y que me quiten lo bailao.

José Paz, conocido mayormente como El Chuli, fue siempre así. Lo era ya cuando triunfaba plenamente como futbolista de postín en un Córdoba repleto de buenos jugadores y con los aficionados rendidos a sus pies. Estoy hablando de finales de los años 50, cuando Roque Olsen entrenaba al equipo verdiblanco con aquella altivez, casi hierática e impenetrable, que tanto respeto infundía entre los componentes de la plantilla.Y en la que únicamente José Paz "El Chuli" era capaz de hacerse tirabuzones con el gesto ceñudo del técnico argentino. Actitud que compensaba resolviendo en el césped las situaciones comprometidas.

Era el jugador nacido en Ceuta la alegría del viejo Arcángel y el paño de lágrimas de todos los desharrapados que pululaban por el centro de la capital cordobesa..Todavía me parece estar viendo a Paz sentado en la terraza de El Negresco o del Gran Bar, situados ambos establecimientos en la plaza de las Tendillas, rodeado de limpiabotas, pedigüeños, pícaros, vendedores de lotería, descuideros, y toda esa cohorte de los milagros que lo admiraba sin pedirle nada a cambio. Miento, claro que le pedían: le pedían el poder acapararlo para que los viandantes viesen que el hombre de aquel momento se sentía muy a gusto entre los más necesitados.

José Paz "El Chuli" siempre concibió que ayudar a los más necesitados era algo que debían hacer los que más tenían. Y allá que se entretenía en invitar a cuantas personas se acercaban a él. Que eran muchas.. Incluso solía vestir a quienes iban cubiertos de harapos. Aquella patulea de pobres  lo idolatraba. Y a Paz se le veía la muela del juicio con las ocurrencias que se generaban entre gente falta de lo más elemental.

Días atrás, precisamente en la calle de Enrique el Navegante, coincidí con Paz y, sentados en un banco del lugar, nos dio por mirar hacia atrás. Y lo primero que hice fue darle las gracias, nuevamente, por la ayuda que me prestó cuando el Córdoba me sometió a una prueba que consistía en marcarle a él en el clásico partido de los jueves. Y a partir de ahí estuvimos hablando de Simonet, de Navarro, de Artime, de Onaindía, Benegas, Vila, y otros más.

Pues bien, en aquel equipo que fue capaz de obtener el ascenso a Primera División, el mejor de todos sus jugadores era él. Es decir, José Paz "El Chuli".  Ídolo en una ciudad en la que hasta el alcalde Cruz Conde se rindió a su poderío futbolístico, permitiéndole que compartiera caballo con el Gran Capitán. Fotografía que me regaló Paz un día y que aún conservo como oro en paño. Nunca en esta ciudad se apreció lo debido el talento de este futbolista, amigo de los pobres.





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.