Mal ambiente en el Bernabéu

Florentino Pérez está pasando el quinario. Es decir, penas y calamidades por las críticas ásperas, amargas y desagradables que viene recibiendo por parte de los dos periódicos deportivos de la capital del reino: As y Marca. Y mucho me temo que éstas van a persistir toda la temporada. Ya que los directores de ambos periódicos han asumido que es el momento de poner a prueba al presidente. A ver si pega la espantada

El Madrid, a pesar del mal ambiente reinante en el Bernabéu, tardó nada y menos en resolver el partido. El mejor remedio para tapar bocas. Y lo hizo gracias a un magnífico primer tiempo de todo el equipo. Ganó el Madrid el medio campo jugando a un toque y siempre en perpendicular al marco del Getafe. Así que los goles fueron llegando. Dos marcó Benzema. Cristiano y Bale uno cada uno.

Kroos, Modric y James hicieron un magnífico partido. Movieron el balón con velocidad y precisión. Con ellos destacó en ataque Lucas Vázquez. Defensa improvisado. Éste participó en los dos primeros tantos y fue siempre un atacante incisivo. Su calidad y velocidad, además de jugar en el Bernabeú como si lo hiciera en el patio de su casa, harán de él un futbolista más que válido para su equipo.

Benzema. Si el presidente del Madrid está pasando el quinario qué decir del francés. Quien, aunque por motivos no deportivos, está pasando el equinoccio. Que tiene el mismo significado que el quinario que está padeciendo el presidente. Menos mal que marcó dos goles seguidos y se ganó al publico. Incluidos los que pedían la dimisión de Pérez y los que silbaban a Benítez.

Cristiano. En el primer tiempo participó mucho y estuvo menos individualista que nunca antes. Buen síntoma. Obtuvo su gol y se le vio muy solidario con sus compañeros. Sabía, como experto ya en momentos así, que no era el día adecuado para salirse del guión establecido: que era ganar cuanto antes y sin dar la nota en ningún sentido.

Nacho. Merece mención especial. Es capaz de jugar en todos los puestos de la defensa. Y jamás defrauda. Lo hace como lateral y central en ambos lados. Y nunca permite que los rivales se aprovechen de sus carencias. Que las tiene. Eso sí, conoce su oficio tan bien como para saber sobradamente lo que no debe hacer. Muestra evidente de inteligencia. Y si encima acepta su situación en el equipo, miel sobre hojuelas.

La segunda parte del partido fue para olvidar. Tampoco convenía abusar del Getafe. Cuyo presidente es tan madridista como para soñar que un día puede llegar a regir los destinos de este club.