Pegando la hebra con una amiga

Mi interlocutora es una mujer de cuya amistad me precio. Aunque yo sigo pensando que la amistad entre mujer y hombre no es posible mantenerla sin ir más allá... Pero ese es un  tema delicado y uno no está dispuesto a meterse en un berenjenal. Máxime si la señora es casada y le rezuma fidelidad por los poros de la piel.

Conversar con ella es un placer. Hoy hemos coincidido en un restaurante y no hemos dudado en pegar la hebra. Me cuenta que ha cumplido años. Y comete el error, además, de decirme los años que festeja. Inmediatamente recibe mi respuesta: "Una mujer que dice la edad que tiene no es de fiar".

Mi amiga tarda nada y menos en contestar:

-Para mí es una alegría haber llegado a esa edad y airearla. Y ello se debe a que me siento muy bien. Más que bien. Y te diré por qué. Porque me visto atendiendo a mis años. Porque, aun sintiéndome satisfecha de lo que he vivido, cada día me echo abajo de la cama pensando que todavía me espera lo mejor. Y porque llegué a la conclusión, hace ya mucho tiempo, que para ser deseada hay que estar siempre en perfecto estado de revista en todos los sentidos.

Vamos a ver, mujer, debo creer que tú nunca te comportas mal con tu marido. Y que vuestras relaciones son una balsa de aceite.

-Te equivocas. Reconozco que tengo un mal pronto cuando se me lleva la contraria. Y, por tal motivo, no es la primera vez que pierdo los estribos. Pero no es menos cierto que pronto recupero la calma y paso de la ira momentánea a un estado de entrega que no te puedes imaginar. Y mi marido, que tonto no es, ve el cielo abierto. Pues ya sabe lo que viene detrás...

Es decir, que tú eres de las mujeres que opinan que un matrimonio en el cual reine la calma absoluta es un matrimonio acabado.

-Más o menos. Los matrimonios no deben dejarse dominar por la abulia.Ya que la apatía o el desinterés en una pareja, cuando se hacen presentes, son el comienzo de un distanciamiento que suele acabar como el Rosario de la Aurora.

¿Es verdad, querida amiga, que las mujeres tenéis en la intuición vuestra mejor arma?

-Mira, Manolo, yo creo más bien que la intuición femenina, de la que tanto se viene hablando, desde tiempo inmemorial, es el resultado de millones de años de no pensar.






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