Apellidos con F

José Fernández Chacón. Licenciado en Ciencias Químicas y Doctor en Medicina. Político. Sé de él, cada dos por tres, porque me manda recuerdos por medio de Sergio Moreno, quien ejerció de asesor todo el tiempo que Fernández Chacón estuvo de Delegado del Gobierno en Ceuta. También lo fue de Melilla. Ciudad en la que fueron sonados sus desencuentros con Juan José Imbroda, alcalde del Partido Popular. Hasta el punto de reconocer que lo había pasado muy mal.

En Ceuta le sucedió todo lo contrario. Puesto que desde el primer día sintonizó con Juan Vivas.  Por lo que siempre que hablábamos de tan magnífica relaciones solía decirme que eran de verdad de la buena. Es momento de acordarse de semejante situación porque no es nada raro que vuelva a producirse el hecho de que Vivas deba convivir con un Delegado del Gobierno socialista... o vaya usted a saber. De cualquier manera, aprovecho este espacio para desearle lo mejor a mi estimado Pepe Fernández Chacón.

Antonio Fernández Márquez (Periodista). Ayer salió a relucir en una conversación entre conocidos y volví a contar de él lo que más me agrada referir. Era todo un personaje. Autodidacto. Con todos los defectos y virtudes que serlo lleva consigo. Antonio Fernández, en un momento de su vida, supo entrarle por el ojo derecho a todo un Emilio Romero, analista político excepcional y director del Diario Pueblo. Así que estuvo algún tiempo escribiendo en este periódico.

Antonio narraba  más que bien las faenas marineras. No en vano había sido pescador y, si no era así, más de una vez se había embarcado para navegar por aguas cercanas. Cuando trabajamos juntos, fui testigo de cómo escribía de cosas que desconocía. Como lector, de sus escritos, debo decir que se le notaba mucho apego a la obra de Álvaro Cunqueiro. Así que me deleitaba cuando le daba por plagiar al escritor gallego.

Una vez le preguntaron si para escribir necesitaba empinar el codo, y respondió que siempre escribía sobrio. Ahora bien, a renglón seguido no se cortó lo más mínimo en declararse alcohólico. Y lo hizo de tal guisa: "Los alcohólicos somos enfermos y queremos que la Seguridad Social nos recete 'jotabé'". Menudo arte tenía mi siempre recordado Antonio. Otro día, con más calma, contaré la anécdota que me tocó vivir cuando hube de ser yo quien le ingresara en el entonces Hospital de la Cruz Roja.

Sebastián Fernández. Nuestra amistad viene de atrás, de muy atrás. Es decir, que data de antiguo. Nuestras relaciones han sido siempre buenas. Pero mejorables. Como han de ser las relaciones que traten de ser perdurables. Oportunidades hemos tenido para que los desencuentros hayan primado. Ya que ambos hemos militado, por cuestiones de supervivencia, en equipos muy distintos. No obstante, nunca hemos cometido acción alguna que nos impidiera mirarnos a la cara. Hoy, tras haber hablado lo preciso por teléfono, que siempre resulta, al menos para mí, un artilugio muy frío, hemos acordado algo con dos palabras. Ahí radica, pues, que sigamos manteniendo el deseo permanente de no da lugar a equívocos.