La primera fase de la Eurocopa (2016) está resultando muy dura para los equipos considerados como favoritos en cada grupo. A las mejores selecciones les cuesta lo indecible romper los sistemas defensivos de sus rivales. Los conjuntos tenidos por inferiores se repliegan a campo propio y sus futbolistas marcan tan encima a sus oponentes que éstos apenas pueden desenvolverse. Ni siquiera las proclamadas figuras indiscutibles son capaces de eludir la presión asfixiante a la que están siendo sometidas.
La estrella que peor lo está pasando es Cristiano Ronaldo. Hasta el punto de que no da pie con bola. Su escaso rendimiento, por no decir ínfimo, dista mucho de la eficacia con la cual se desenvuelve, salvo actuaciones tan grises como pasajeras, que también las tiene, en el Madrid. Cierto es que la calidad de sus compañeros de club está muy por encima de los de su selección.. La verdad sea dicha.
Quienes no comulgan con la forma de ser de Cristiano, que no son pocos, han aprovechado sus desaciertos para criticarlo acerbamente. Lo están poniendo a parir. En ese menester viene destacando Gary Lineker. El cual, además, trata de ridiculizar todos los gestos que hace CR cuando sabe que es objeto de la atención de las cámaras. Sobre todo tras el penalti errado frente a los austriacos.
Lo que le viene ocurriendo a Cristiano Ronaldo con su selección no es nada nuevo. Ha habido muchos futbolistas estelares que jamás rindieron con sus selecciones al mismo nivel que con sus clubes. Di Stéfano, por ejemplo, nunca jugó con España a la misma altura con la que se desenvolvía en el Madrid. Sin embargo, Venancio, del Athletic, considerado un tarugo en su época, actuaba a plena satisfacción con la camiseta roja. En cambio Arza, que gozaba fama de jugador excepcional en el Sevilla, nunca dio la talla como internacional. Y así podríamos ir enumerando jugadores brasileños o argentinos de renombre que pasaron por semejante trance. ¿Acaso Lionel Messi no ha sido puesto en ese brete?
Pero sigamos con Cristiano y pensemos que se diesen los resultados apropiados para que España y Portugal tuvieran que enfrentarse. De ser así, y por más que Portugal sea una selección inferior a la española, mucho me temo que los jugadores hispanos torcerían el gesto. Porque nadie mejor que ellos saben las muchas dificultades que les podría generar Cristiano Ronaldo en día de grandes aciertos.
Por consiguiente, y apelando al egoísmo, que tiempo habrá para que CR pueda lamerse sus heridas en el Madrid y se venga arriba, lo mejor es desear que la 'bestia' siga dormida. Y ajena, por tanto, a cuanto pasa en los partidos de su selección. Y si con eso se logra que Gary Lineker, ex jugador del Barcelona, entre otros grandes equipos, pueda seguir haciendo burlas de la estrella portuguesa, para dejarse ver como furibundo antimadrista, pues miel sobre hojuelas.
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