Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Lucas Vázquez estuvo colosal

El Sevilla estuvo mejor situado que el Madrid durante muchas fases del partido. Con buen criterio, Sampaoli, entrenador del equipo hispalense, se aprovechó de que Morata era el único delantero para adelantar a sus laterales y dejar a su dos centrales y a Iborra por delante, y con esa línea defensiva se hizo con el dominio del partido durante muchos minutos

El Madrid, en cambio, no se hacía con las riendas del encuentro a pesar de que Lucas Vázquez y Asensio, abiertos a las bandas, trataban por todos los medios de equilibrar la balanza en la parcela central. Dado que no era el día de Casemiro y tampoco de Isco. A quien le conté hasta nueve pérdidas de balón en la primera parte. Llegó el golazo de Asensio y el Sevilla no se resintió del mazazo. Siguio a los suyo.  A ver si explotaba la mala colocación de Marcelo y, cómo no, de Sergio Ramos. Y empató. Merecidamente.

Y fue así porque los andaluces entendieron bien pronto que Morata no daba pie con bola y que era pan comido para sus centrales. De modo y manera que éstos podían permitirse el lujo de tener superioridad en la parcela central. En la que el único que se batía el cobre era Kovacic. Cierto es que el croata se fue apagando a medida que transcurrían los minutos.

En la segunda parte, Vitolo principió a desequilibrar al Madrid. Hubo veintitantos minutos en los que el jugador canario sacó de sus casillas tanto a Marcelo como a Ramos. Que no sólo defendían mal sino que erraban pases fáciles ante la presión de sus rivales. Y, claro, llegó la jugada del penalti. La clásica del jugador nacido en Camas.

Con el 2-1, Vitolo siguió poniendo en entredicho a los ya reseñados jugadores. En tanto y cuanto el Madrid se mantenía en pie gracias al colosal partido de Lucas Vázquez y a los aciertos de Asensio, que iban a menos por mengua de la condición física. Morata, que anduvo sumido en la más completa oscuridad, cedió su sitio a Benzema. Que mejoró algo la situación pero tampoco nada del otro mundo. Salieron Modric y James y se fue Kovacic.

Pues bien, cuando el reloj apremiaba de lo lindo al Madrid, ya que se había llegado al minuto 92, Ramos marcó el tanto del empate. Y con él, además de seguir tapando sus errores en defensa, le dio a su equipo la oportunidad de jugar una prórroga. En la que el jugador nacido en Camas marcó otra vez. Pero el árbitro anuló el gol.

El Madrid, sin Bale, Cristiano, Kroos, y con Benzema en un estado físico calamitoso, obtuvo la victoria. gracias al enorme partido realizado por Lucas Vázquez. Quien derrocho energía a raudales, exhibió velocidad, regates prácticos y centros ajustados. Y además ayudó lo indecible a sus compañeros. Muy bien Asensio. Mientras tuvo aire. Insisto: Isco perdió nueve balones. Así es imposible jugar en el Madrid. Morata parece acomplejado. Y, naturalmente, al margen del gol, Ramos falló como una escopeta de feria. En esa tarea lo secundó Marcelo.

¡Ah!, Varane volvió a reverdecer laureles. Y Carvajal, además de estar acertado en su cometido, hizo un gol que valió un Potosí.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.