Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Tema de actualidad

La corrupción sigue siendo tema de actualidad. Ni siquiera el comienzo de la temporada futbolística ha logrado que disminuyan los comentarios sobre mangantes y trincones. Los cuales se suceden a cada paso y por doquier.

Y dado que a mí se me ocurrió, fechas atrás, ironizar sobre un asunto de interés palpitante, diciendo que en España los que no robamos es porque no podemos, hoy me lo han echado en cara en una reunión improvisada, en la orilla de la playa de El Chorrillo. Y lo han hecho recurriendo al topicazo de que no se debe generalizar. Lo de siempre...

Tras pedir disculpas, por qué no, ya que a mí me cuesta lo indecible llevarles la contraria a mis lectores (a propósito: éstos me dicen que a ver cuando aparecerá este blog -en Ceuta Actualidad- en las debidas condiciones), aprovecho la ocasión que me brinda uno de los contertulios al expresarse de modo que me permite tomarme la revancha por la amonestación ya reseñada.

-Con Franco no pasaban estas cosas...

Ni que decir tiene que sus palabras no propiciaron respuesta alguna entre los tertulios. Ahora bien, a mí me sirvieron para responder de esta guisa: "El método del General era excelente: él permitía que sus hombres claves se enriquecieran mediante prácticas corruptas y luego conservaba un dossier de sus manejos. Lo cual no dejaba de ser una excelente seguridad contra una posible revuelta en las altas esferas".

Además, aprovechando el momento de desconcierto producido por mi contestación, no dudé en contarles la siguiente anécdota, cuyo protagonista fue Blas Pérez, catedrático de Derecho Civil, y ministro de la Gobernación en la época de las restricciones de gasolina derivadas del bloqueo económico mundial al régimen español.

Don Blas obtuvo una lista con los nombres de los usuarios de 46.000 vehículos oficiales destinados al servicio familiar de personajes con cargo oficial. Y se la mostró a Franco, con la información de los miles de litros de gasolina que aquellos coches dispendiaban.

El Jefe del Estado la revisó con minuciosidad, informándose a fondo. Luego le dijo a don Blas:

-De esto ya hablaremos otro día.

Comoquiera que ese "otro día" no llegaba nunca, Blas Pérez, pasado un tiempo que consideró prudencial, volvió al Pardo a plantear el tema.

Franco después de revisar la lista de nuevo le respondió:

-Guárdese usted la lista; sólo conseguiría hacerme 4.600 enemigos más. No interesa.

Recién  comenzada la década de lo sesenta esta misma historia volvió a repetirse siendo don Felipe Abárzuza y Oliva ministro de Marina.




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