El Madrid gana cometiendo errores de bulto

Todos los equipos saben que el Madrid cojea por el lado izquierdo. Y El Kohisma trató desde el comienzo del partido atacar por la banda derecha para explotar las deficiencias defensivas de Marcelo y Ramos. Ambos vienen cometiendo errores de bulto. Pero Zidane, tal vez cegado por los triunfos, sigue sin buscar remedio para tan grande mal. Un mal que arrastra, lo he dicho en varias ocasiones, a Casemiro; quien debe acudir en ayuda de ambos defensores continuamente y por su lado ciego. Problema que va horadando el equilibrio del equipo. Menos mal que Varane se mantenía tan firme cual contundente.

Marcó muy pronto Benzema. Tras un rechace del portero japonés a un tiro potente de Modric. Pero los jugadores locales ni se inmutaron. Siguieron a lo suyo: inquietando al Madrid por la banda derecha y amenazando por el centro. Ya que Casemiro no daba abasto a corregir los fallos de Ramos y Marcelo. Menos mal que Modric y Lucas Vázquez buscaban y encontraban al mejor Benzema. ¡Aleluya! En tanto y cuanto Cristiano se ganaba el derecho a decir de él que tiene más tonterías que un mueble-bar. Ojalá que el francés sea capaz de mantener esa línea de juego durante mucho tiempo.

El empate de los japoneses, que se veía venir, llegó un minuto antes de terminar la primera parte. Y las culpas al de siempre: a Varane. Por cierto, el francés se multiplicaba para corregir los fallos de Ramos y Marcelo. El empate le sentó al Madrid como un tiro. Y salió a jugar la segunda parte encogido. Así que en el minuto cincuenta y dos Shibasaki obtenía su segundo tanto aprovechando un despeje horrible de Ramos. Y los nervios cundieron entre los jugadores del Madrid.

Fue entonces cuando Zidane reaccionó pronto y ordenó una defensa con tres centrales: Varane, Casemiro y Ramos; dando libertar de acción a Carvajal y Marcelo. Con el fin de ganar el medio campo con acumulación de jugadores. Cuatro y hasta cinco, cuando Lucas Vázquez echaba una mano. Que era a tiempo completo. Y llego el penalti a Lucas. Lo marcó Cristiano y el empate le dio alas al equipo dirigido por Zidane. Sobre todo porque Vázquez no cesaba de abrir brecha por su banda con centros y provocando saques de esquina. Y hasta Cristiano parecía recordar que su eficacia no debe sufrir ostracismo por culpa de sus tonterías. Y porque Benzema seguía jugando de dulce.

Mas entonces, y sin motivo aparente de lesión ni nada por el estilo, a Zidane se le ocurrió quitar a Vázquez y colocar a Isco en una posición tan innecesaria como absurda. Y el Kohisma principió a funcionar mejor que nunca antes. Obligando a intervenir a Navas varias veces. Y sacándole los colores a un Sergio Ramos que se ganó el derecho a ser expulsado. Pero el árbitro y el sistema VAR se hicieron los suecos. En momentos de crisis de juego, RC se dio cuenta de que la practicidad ha de estar siempre por encima de regates inoperantes, de bicicletas estáticas y de taconazos ridículos, y marcó dos goles en la prórroga.

El cambio de Vázquez por Isco -de no mediar lesión- debe considerarse como grave yerro del entrenador del Madrid. Ya que causó trastorno generalizado en el equipo y que bien pudo acarrearle un disgusto morrocotudo. Ya que se jugaban minutos de mucha trascendencia y sin Vázquez en el campo los japoneses vieron el cielo abierto. La victoria, sin embargo, no debería cegar a Zidane. Quien ha de poner fin a los fallos de la defensa por el lado izquierdo. De no ser así, créanme, en campos como el Sánchez Pizjuán o el de Balaídos, por poner ejemplos, le pueden hacer pasar el Equinoccio.

De Kovacic conviene decir que tuvo poco premio con los minutos jugados, dado su rendimiento cuando se necesitó de él en momentos complicados. En cuanto a Morata, tengo la certeza de que sus deseos de ganarse la titularidad ha logrado espabilar a Benzema. El partido de éste en Japón es para recordarlo. Casi a su altura estuvieron Vázquez y Modric. Nacho disfrutó de minutos y James parece ser que tiene sus días contados en el Madrid. Máxime habiéndole llamado al orden el mariscal de campo: Sergio Ramos.