Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

lunes, 23 de enero de 2017

Comentarios de los lunes

El Madrid de los cuarenta partidos ganados dejaba ver carencias que deberían haber alertado al cuerpo técnico. Por ejemplo: los centrales del equipo son diestros. Y a todos les cuesta lo indecible sacar bien el balón desde atrás en cuanto son presionados por su lado ciego. El que más sufre de ellos es Sergio Ramos. A quien hay que agradecerle que, conociendo sus deficiencias en esa demarcación, no haya insistido en jugar en el lado derecho. Máxime cuando es el gran capitán y ese jugador de leyenda que dice Emilio Butragueño. Por esa banda, en vista de que Marcelo juega anárquicamente, todos los rivales se afanan en penetrar. Y no es casualidad que parezcan estrellas todos los futbolistas rivales que actúan por ese costado. En Sevilla, verbigracia, la salida de Sarabia resultó decisiva para su equipo. Y, por consiguiente, demoledora para el Madrid.

Osasuna-Sevilla

También la salida al terreno de juego de Sarabia fue crucial para su equipo. Convertido el césped del Sadar en un auténtico patatal, el excanterano del Madrid impuso el valor de su pierna izquierda. La cual vale un Potosí. Cada centro suyo, cada falta o saque de esquina ejecutado por él, sembraban el pánico entre los juadores rojillos. Y encima se permitió el lujo de asegurar el triunfo de su equipo marcando el cuarto gol. Jugadores así, y no tengo más remedio que acordarme de James, son imprescindibles en momentos oportunos y sobre todo en pésimos terrenos de juego donde el buen manejo del balón es decisivo.  A propósito: El Sevilla, que lo pasó muy mal en un campo inhóspito y frente a un rival contundente, generoso en el esfuerzo y empleándose con los nervios de los equipos abocados al descenso, fue beneficiado por los errores de un árbitro -Estrada Fernández- que perjudicaron a Osasuna. El Sevilla está engallado. Aunque bien saben los sevillistas que el sueño de ganar la Liga Santander pasa por imponerse en el Camp Nou y en el Benabéu. Tarea descomunal. Pero afrontar tamaño reto no deja de ser el mejor estímulo para que sus jugadores sigan permanentemente ilusionados

Eíbar-Barcelona

Comentaristas y glosadores de televisión, los ya archiconocidos Carlos Martínez, Robinson y Maldini, cuando el combativo Eíbar presionaba y ponía en dificultades al Barcelona, se acordaban de la baja de Iniesta con insistencia rayana en la pesadez. Luego, cuando se produjo la desgraciada lesión de Busquets, las figuras del micrófono daban por hecho que semejante baja causaría un gran estropicio en el conjunto azulgrana. Pues bien, fue pisar el césped Deni Suárez y marcar el gol que comenzó a bajarle los humos al equipo dirigido por Mendilibar. El Barcelona principió el partido con dos centrales zurdos: Mathieu y Umtiti. Lo que sí suponía una enorme dificultad para el Barça. Pero los jugadores locales no supieron explotar las deficiencias de Umtiti jugando a pierna cambiada. Luis Enrique, en cuanto se retiró Busquets, le otorgó galones a Rakitic. Quien, con la ayuda inestimable de Arda Turan y del ya reseñado Denis Suárez, fue dominando la situación, gracias, conviene decirlo cuanto antes, a que Messi se puso al mando de la operación triunfo.Y fueron llegando los goles. Debido no sólo a mantener la posesión del balón sino a mirar más que nunca hacia la portería adversaria. La mejor manera de poder conectar cuanto antes con Suárez. En el descanso del partido, le preguntaron a Clemente por Messi. Y, tras elevarlo a los altares, dijo que el argentino no sería tan bueno si jugara en el Ciempozuelos de abajo . Al entrenador vasco se le olvidó decir que sí sería mejor el Ciempozuelos de abajo con Messi. En fin, el  Barcelona goleó al Eíbar sin Iniesta y sin Busquets. El primero es todavía sumamente importante en el equipo. El segundo, en cambio, es prescindible. Sin él, el Barcelona, que es Messi, funcionó y... perdonen el tópico: como un reloj suizo.

La AD Ceuta ganó en Castilleja. Así que ya son dos las victorias y dos los empates conseguidos por el conjunto local, desde la llegada del entrenador Juan Ramón Martín. Felicito, pues, al presidente Luchay Hamido, a quien no tengo el gusto de conocer. Y, naturalmente, a Mohamed Alí Amar, Nayim y, cómo no, a Enrique Jiménez. Que siga la buena racha.

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