Sobre la homosexualidad en el fútbol

Tomando el aperitivo entre conocidos sale a relucir la homosexualidad en el fútbol. Por ser tema de conversación casi permanente. De hecho, es una pregunta que le vienen haciendo a ex jugadores, ex entrenadores, a directores técnicos y a otras personalidades relacionadas con el deporte rey. Y todos ellos han ido respondiendo con evasivas. Así que un contertulio se dirige a mí: "¿Cuál es tu opinión?".

-Que hay homosexuales en el fútbol y en el Ejército, en las instituciones y redacciones de periódicos; en todos los deportes, en el mundo del toro y del espectáculo y... en todos los sitios habidos y por haber. Y no hay más cera que la que arde. Porque la orientación sexual forma parte de la circunstancia de cada persona. Y éstas pueden hacer con ella de su capa un sayo.

MS, mujer espléndida en todos los aspectos, desea saber si, durante mis muchos años como futbolista y entrenador, yo he conocido casos de homosexualidad entre jugadores.

Mi respuesta es tan rápida como contundente: muchos. A pesar de que eran otros tiempos y el miedo y el que dirán coartaban las demostraciones públicas. Pero no las atracciones. Tal es así que acumulo anécdotas; las que nunca he aireado por pudor y por el respeto que me siguen mereciendo los autores de ellas.

Debo deciros que yo he conocido a entrenadores que sufrían lo indecible por tener que mantener a raya sus deseos. Los que solían saciar con personas no pertenecientes a su trabajo. Puedo contaros que yo tuve la suerte de compartir tareas futbolísticas con un ayudante, jugador internacional en su momento, cuya homosexualidad era harta conocida. Como también su honradez y su hombría a la hora de afrontar las situaciones más enrevesadas.

Yo he apreciado y respetado a futbolistas, entrenadores y directivos homosexuales y bisexuales. Como no podía ser de otra manera. Y sé que algunos de ellos, que aún viven, me siguen teniendo en gran consideración. Puesto que jamás les di motivo alguno para que se sintieran ofendidos. Pero mentiría si no dijera que en el fútbol, como en todas las actividades de la vida, la homosexualidad es la que es. Y seguirá siendo una orientación latente, naturalmente que sí, por mor del miedo que estas personas le tienen a las consecuencias y sobre todo a la doble moral que esgrimen los implicados en tan grande negocio.