Partidazo de Marco Asensio

Magnífica actuación la que nos ha regalado Marco Asensio en el estadio de Butarque. Se puede jugar igual, claro que sí; pero no mejor de cómo lo ha hecho hoy el mallorquín en Leganés. La jugada del primer gol, tras interceptar un balón casi en el centro del centro del campo, resultó espectacular. Fue sorteando rivales con tanta fuerza como dominio de la conducción. Y, por si fuera poco, luego decidió cedérsela a James que seguía la jugada, para que anotara el primer tanto del Madrid en el minuto 14.

Hasta entonces el Madrid no había sido dueño de la situación. A partir de ese momento, sin embargo, Morata obtuvo dos tantos en un amén; es decir, en cuatro minutos. Todo parecía resuelto. Funcionaban los dos medios centros -Casemiro y Kovacic- y Lucas Vázquez y el poderoso Asensio hacían de volantes de largo recorrido por las bandas. Mientras James enlazaba con un Morata trabajador, con desmarques de ruptura continuos y además con gol. Ni que decir tiene que la defensa del Leganés era un manojo de nervios.

Con -0-3, los hombres dirigidos por Zidane decidieron tomarse un respiro. Y en tres minutos, o sea del 31 al 34, los locales marcaron por medio de Gabriel y Luciano. ¿Cuáles fueron los motivos para que se produjera semejante sorpresa? A Diego Rico, lateral zurdo del Leganés, le dio por subir al ataque, a la desesperada, una y otra vez, y sus jugadas acabaron en goles. Debido a que Lucas Vázquez, siempre laborioso y disciplinado, se le ocurrió sestear y puso a su compañero Danilo a los pies de los caballos. A pesar de que el lateral brasileño había estado más que correcto hasta entonces.

Esos momentos agobiantes por la presión de los jugadores del Leganés, repletos de voluntad y de entusiasmo, pusieron en evidencia a la defensa del Madrid. Danilo se vino abajo, mientras Marcelo naufragaba, Nacho mostraba su peor versión y Ramos trataba por todos los medios de sofocar el incendio que amenazaba con arrasar a un Navas que se veía ya ardiendo en la pira de las críticas infernales. Gracias a Kovacic y Asensio, Morata y James -digan lo que digan del colombiano sus detractores- el Madrid se fue a los vestuarios ganando. ¿Casemiro?... Tampoco acudió en ayuda de Vázquez cuando Rico lo superaba.

El gol en propia puerta de Mantovani nada más comenzar la segunda parte fue lo mejor que le pudo ocurrir al equipo merengue para serenarse y evitar los sufrimientos pasados durante el último tercio de los primeros cuarenta y cinco minutos. Poco a poco, y manejado por la batuta magistral de Marco Asensio, Lucas Vázquez volvió a ser el jugador de siempre: práctico, trabajador y eficaz; Casemiro cumplió bien su cometido como escudo de la defensa, Kovacic mantuvo su buen nivel y Morata continúo fajándose con sus marcadores.

Y entonces llegó la hora de quienes comentan los partidos en nuestra televisión de pago. Maldini, por ejemplo, empezó a darnos la tabarra con James. Lo cual  se ha convertido en norma. Que si no está aprovechando su oportunidad, que si el colombiano no participa, que si debe salir Isco para que su equipo se haga con el dominio del balón. En fin, lo de siempre. Sin darse cuenta de que todos sabemos a qué se deben esos comentarios.

Pues bien, salió Isco y nada cambió...  También Modric lo hizo en lugar de Kovacic, y Mariano relevó a Morata. Todos los cambios se hicieron en los últimos veinte minutos de partido. Partido que nos dejó la actuación estelar de Marco Asensio. Un chaval que no levanta la voz y cuya calidad, unida a su poderío físico, nos hace disfrutar de lo lindo a quienes amamos un deporte donde se confunde la habilidad con la técnica. Marco Asensio está sobrado de técnica: puesto que tiene, y lo demuestra cada vez que actúa, un enorme conocimiento del oficio.