Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

jueves, 1 de junio de 2017

El valor hay que confirmarlo en Madrid



Nunca han tenido buena prensa los delegados del Gobierno en Ceuta ni tampoco mucho respeto por parte de sus adversarios políticos. De hecho, Manolo Peláez, nada más pisar esta tierra, fue calificado de virrey por un tipo que paseaba la calle emulando en el decir y en el vestir al Che Guevara. Cierto es que el Fulano provocaba cachondeo generalizado por donde pasaba.

A partir de ahí los delegados del Gobierno fueron sufriendo las críticas acerbas de sus oponentes políticos y en menor medida de muchos de los suyos. Lo cual demuestra que ocupar ese cargo en Ceuta ha sido siempre tarea complicada y difícil. Y mucho más si el representante del Gobierno tenía que lidiar con el inconveniente de encontrarse frente a un alcalde perteneciente a otro partido.

Convivencia que se dio en ocasiones y que generó muchísimos problemas. Si bien hubo una que debe ser catalogada de muy buena. Que fue la mantenida entre Juan Vivas y José Fernández Chacón. Tan buenas relaciones hubo entre ellos como para lograr enfadar a muchos de los suyos. Aún recuerdo lo poco que le agradaba al infortunado Pacoantonio esa armonía existente entre ambas Administraciones.

También se me viene a la memoria, en estos momentos tan delicados, lo que decía el senador del PP, Nicolás Fernández Cucurull, cuando Jerónimo Nieto era el delegado. Que en la delegación no reinaba ni el juicio ni la formalidad. Y todo, según sus palabras, debido a que JN era un jubilado socialista. Más bien un pasota que ha venido a Ceuta contra su voluntad y, por tanto, se está tomando su trabajo como un mero trámite. En sus ataques, NFC no se olvidaba de los asesores del delegado del Gobierno. A los que llegó a calificar de botarates.

Yo recuerdo lo que escribí entonces al respecto y que está recogido en un libro -titulado 242 días en El Pueblo-: "A pesar de las críticas tan agrias como desagradables del senador del PP contra Jerónimo Nieto, a mí me consta lo mucho que éste es apreciado por una mayoría de comerciantes y empresarios que han visto en el delegado del Gobierno gestos que nunca antes de su llegada fueron posibles en la ciudad".

Pues bien, ahora, cuando los comerciantes y empresarios de Ceuta dicen, entre bastidores, que están del delegado del Gobierno más hartos que los cojones de un consumero (Frase comparativa que expresa los límites de la hartura). A mí sólo me cabe recordarle a Nicolás Fernández Cucurull la siguiente anécdota atribuida a Caracol el del Bulto, padre de Manolo Caracol, maestro del cante.

Iba Caracol el del Bulto, flamenco él, viajando en un tren carreta desde Sevilla a Madrid. Tren tan lento como capaz de pararse en todos los apeaderos habidos y por haber. Pero, cuando le tocó hacer su entrada en la Estación de Atocha, lo hizo con celeridad y dando pitidos continuos la máquina de vapor. En ese preciso instante, Caracol el del Bulto se expresó así: “Los cojones hay que echarlos en Despeñaperro”.

Frase

Siempre culpamos a otros: a la Historia, al Estado o al ministro de turno. Es preocupante nuestra ausencia de coraje para afrontar la responsabilidad propia (Fernando Savater).

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