Asunto desagradable

Lo poco que te quiere la gente cuando las cosas te van mal. Entonces toca venirse arriba y reinventarse. Y conviene hacerlo cuanto antes. Antonio García Gaona debería poner sus ideas en orden y decidir cuanto antes si le merece la pena mantenerse como presidente de la Federación de Fútbol de Ceuta contra viento y marea.

García Gaona no se cansa de decir que él no está investigado por corrupción. Y que no dimite.  Aunque, según él, podría ser acusado de administración desleal. Si ello se produjera, no cabe la menor duda de que su dimisión sería tan oportuna como bien vista en la Ciudad por razones que no hacen falta enumerar.

El presidente de la Federación de Fútbol de Ceuta dice que su relación con Ángel María Villar es estupenda. Y niega cualquier tipo de coacción por parte de éste. Es decir, que es mentira el enfado mostrado por Villar cuando le dice por teléfono: “Antonio, muy mal, eh, muy mal, me parece muy bien que hagas eso… pero no estés ya en el grupo, no quiero que estés en el grupo… te separas y punto…  O estás con todos o no estás con todos, punto”.

El mismo día Villar llama a García Gaona y le recrimina su comportamiento. “Antonio, si haces caso a tu asesor jurídico, eeee, ¡pues te separas del grupo (alza la voz) y tú verás lo que haces”.  Un tal Peláez hace saber a Villar que García Gaona le enviará el poder notarial que necesitan. Y el presidente le comenta: “O sea, ha servido lo que le he dicho…”. Peláez le responde: “Yo creo que lo ha entendido de puta madre”.

Semejante transcripción de unas grabaciones telefónicas incorporadas al auto del juez Santiago Pedraz merecen credibilidad. Si no estaríamos poniendo en duda el sistema judicial. Lo cual sería un auténtico disparate. Y una auténtica desgracia. Yo no sé quién es el asesor de Antonio García Gaona. Ni me interesa. Pero creo que la lealtad de cualquier asesor que se precie  es decir lo que siente  y estar dispuesto  a dimitir si lo que dice no gusta.

Antonio García Gaona lleva muchos años como presidente de la FFCE. Y nunca hizo la auditoría que la organización deportiva requería. Y ahora sigue sin reconocer los errores que haya podido cometer al frente de una federación sobre la cual recaen las sospechas ya reseñadas. Y está en su perfecto derecho. Ahora bien, la conversación con Villar y las amenazas de éste fueron grabadas. Y negarlas no son de recibo.

Preguntan en la calle: ¿Cuál es la causa por la que los dirigentes de Caballas no dicen ni pío de un asunto tan desagrable?