Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

lunes, 7 de agosto de 2017

Madrid-Manchester United



Mañana afrontará el Madrid su primer título oficial; el correspondiente a la Supercopa de Europa. Tras haber dejado muchas dudas en los anteriores partidos de la pretemporada. Hasta el punto de que no ganó ninguno. Los jugadores del Madrid regresaron cabizbajos de la gira estadounidense y su entrenador lo hizo siendo el vivo retrato de la incertidumbre. Dada la carencia de goles y sobre todo por la endeblez del sistema defensivo.

La plantilla del Madrid -reforzada esta temporada- es muy buena. Quizá la mejor del mundo. Opinión que ya expresé hace dos temporadas y a los triunfos logrados por ella me remito. En cambio, su entrenador no tiene las ideas claras. De haberlas tenido, seguramente habría sabido ya por qué con un equipo hecho el conjunto no ha dado la talla en ningún aspecto.

Yo sigo pensando que ni Bale ni Benzemá serán rentables mientras que el juego desarrollado por sus compañeros del medio campo continúe siendo parsimonioso, atiborrado de pases cortos y de una horizontalidad rayana en la desesperación. Por más que de vez en cuando, faltaría más, el balón les llegue a los delanteros al espacio libre y con ventaja sobre sus marcadores. No es de recibo que se permitan los regates inadecuados, las fintas para la galería o el caño carente de eficiencia. En suma, arabescos improcedentes. Fútbol enjuto y ratonil.

Así que me veo obligado, una vez más, a hablar de Isco Alarcón. El fútbol del jugador malagueño es lo más parecido a un orador que usa y abusa de los circunloquios para terminar diciendo una obviedad.  Isco necesita de muchos giros y gambeteos para hacerse notar. Su deambular por todas las zonas del campo limita ciertas capacidades de sus compañeros. Permitirle que juegue a su libre albedrío es error que en ocasiones no se aprecia por la calidad de sus compañeros. Insisto: la demarcación que mejor le va a sus características es la de media punta.

Calidad que atesoran Marco Asensio, Kovacic, Kroos, Modric, etcétera. Quienes además serían mejores si  Marcelo y Carvajal no atacaran por sistema, dejando brechas atrás que rompen la armonía defensiva y ponen en evidencia a los centrales. Ya de por sí poco firmes por el lado de Sergio Ramos. Cada vez más duro de cintura por tener un costado siniestro que le impide girarse en carrera como mandan los cánones.Y, desde luego, es un obstáculo para sacar el balón jugado desde atrás.

En lo tocante a que Cristiano Ronaldo haya sido incluido en la expedición, a pesar de que no ha estado en la pretemporada con sus compañeros, indica, según mi modo de ver, la poca confianza que aún tiene ZZ en sus delanteros y en el conjunto. Cierto es que la salida al césped de la estrella portuguesa, en cualquier momento, puede cundir nerviosismo entre sus marcadores.

Ahora bien, semejante decisión, como la de otorgar permiso innecesario a Sergio Ramos, en su día, para practicar deporte acuático, tiene también un riesgo: que los jugadores se enojen al comprobrar que existe el privilegio. Palabra odiosa, que separa, que hace distingos. Y que causa desorden en los juegos de conjunto.






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