Frente a un Betis atrevido y bien situado en el césped el Madrid jugó de manera desastrosa. Fallaron todas las líneas de un equipo que jamás supo contrarrestar el orden del equipo verdiblanco. El 4-3-3 del conjunto dirigido por Quique Setién se le atravesó a los madridistas. Que jugaron convencidos de que la resistencia del conjunto sevillano duraría menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Y despilfarraron la primera parte.
Una primera parte en la cual Modric se erigió en el mejor de su equipo. Mientras sus compañeros actuaban con el mínimo esfuerzo y de manera tan previsible que alimentaron las esperanzas de triunfo de los visitantes. También conviene decir cuanto antes que Zidane tuvo también su noche aciaga, en la misma medida que Cristiano. Cuya ansiedad, desde que comenzó el partido, era evidente. Daba la impresión de ser un debutante acogotado por los nervios.
Pudo marcar el Betis nada más empezar el encuentro. Y pronto tuvo otra oportunidad que salvó Keylor Navas. Y todo debido a que Carvajal sigue queriendo ser el centro de todas las miradas. Qué manera de querer estar a la vez en todas partes. La omnipresencia de este muchacho le jugó una mala pasada. Ya que dio tantas facilidades defendiendo como desacertado estuvo atacando. Pero Carvajal forma parte del gremio de los futbolistas con buena crítica. Aunque peguen petardos.
Isco volvió a las andadas. Es decir, que en vez de ponerse muy cerca de Javi García, escudo de la defensa bética, para hacer de segundo delantero o mediapunta, le dio por alejarse de esa zona y anduvo por sitios que no le correspondían. En su haber hay que apuntarle un disparo desde la media distancia, parado por Adán, y un pase a Bale. Luego se limitó a querer convertirse en el ordenador de su equipo y nunca más se le vio siquiera merodeando por su demarcación.
Ante el mal partido que estaba jugando el malagueño, Valdano, glosador de lujo y que no es tonto, le echó un cable de tal guisa: "A Isco es el único jugador a quien se le debe permitir pensar cuando lleva la pelota en los pies". Y se hizo la luz. Los dribladores no piensan sino que van sorteando obstáculos con la mirada fija en el balón y por tanto mirando hacia el suelo. Con lo fácil que hubiera sido decir que Isco no estaba aportando nada a su equipo en esta ocasión.
El partido avanzaba y los males del Madrid se iban acrecentando. Isco fue sustituido por Marco Asensio en el minuto 69. Cuando ya el Madrid buscaba el gol sin orden ni concierto. Y cuando atinaba lo resolvía Adán con intervenciones sobresalientes. Y, para más inri, se lesionó Marcelo y Zidane se hizo la picha un lío haciendo los cambios. Entraron Lucas Vázquez y Borja Mayoral. Y se fue Modric. El único que hasta entonces tenías las ideas claras.
El lío de los cambios terminó en confusión generalizada de todos los jugadores del Madrid. Nadie sabía en qué sitio ponerse ni cómo desenvolverse. Y el Betis, equipo modesto, hizo lo que había que hacer en tales momentos: echar mano de la disciplina y jugar con sentido común. Y así lograron la victoria. El Madrid no ha ganado ninguno de los partidos jugados hasta ahora en el Bernabéu. Frente al Valencia y Levante dijeron que la falta de Cristiano era la causa. El portugués tuvo una noche aciaga. Tampoco a Zidane le funcionó el caletre. Dio muestras de principiante. El gol de Sanabria es drámatico para el equipo merengue.
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