Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

martes, 17 de octubre de 2017

Zidane debería visitar a un oftalmólogo

Los defectos del Madrid son tan evidentes y repetidos que puede verlos incluso alguien que sea corto de vista. Que no creo que sea  el caso de Zidane. Pero... Por lo tanto es imperdonable que no logre poner remedio a los males de su equipo. Por ejemplo: Aurier destrozó por la banda derecha tanto a Marcelo como a Ramos. En el gol marcado por Kane en colaboración con Varane, Marcelo y Ramos estaban en Babia. Y en las Batuecas, que es un lugar similar a Babia, estuvieron todo el partido. O sea distraídos, y ajenos a cuanto les rodeaba, por ese deseo permanente que tienen ambos de estar donde no deben estar. Cada día defienden peor y los rivales se aprovechan de ello.

Si no se habla de Isco uno tiene la impresión de que el Madrid no existe. A los muchachos de la prensa, ya sea hablada o escrita, no se les cae de la boca el nombre del malagueño. Hasta el punto de que el narrador de hoy lo mencionaba aun cuando el balón estaba en los pies de otro compañero. Y no una vez, ni dos ni tres, sino seis o siete. Lamentable. Como lamentable ha sido el partido que ha jugado el muchacho nacido en Arroyo de la Miel. Lo cual ha sucedido ya muchas veces. Y todas ellas por permitirle que actúe a su aire. Y no situado como mediapunta por detrás de Benzema y Cristiano. Jugando así, a su libre albedrío, Isco desdibuja a tanto a Kroos como a Modric. 

Resultado de lo dicho en relación con Isco, pues que la circulación del balón fue de una lentitud pasmosa. Y los cotraataques brillaron por su ausencia. En cambio los ingleses se presentaron ante Keylor repetidas veces. Menos mal que éste anduvo en todas ellas tan lúcido como ágil. Y qué decir de Benzema. Cuyos movimientos sin balón colman de satisfacción a los intelectuales de nuestro fútbol. Verbigracia: Valdano y Segurola, entre otros más. A mí me agrada, por supuesto, que el delantero francés parezca una gacela futbolística. Pero más me agradaría si al menos marcara los goles cantados. Esta vez han sido dos los fallados. Mariano, mientras tanto, los marca en el Olympique de Lyon.

El sistema del Tottenham ha sido tan sencillo como eficiente. Dos delanteros centros, altos y fornidos, incrustrados entre Varane y Ramos. Y no sólo han puesto a estos al borde del disparate sino que, además, han logrado que Casemiro no pudiera pasar apenas del campo propio y mucho menos ha podido hacerle las coberturas necesarias a Marcelo. Cuyo afán atacante, de manera anárquica, ha vuelto a causar perjuicios a su equipo. Máxime cuando Isco, ladeado a esa banda, tampoco las hacía. 

El equipo dirigido por Pochettino ha dominado el medio campo durantes muchas fases del partido, gracias a que sus laterales se unían a los centrocampistas y casi siempre terminaban las jugadas. Evitando los contragolpes madridistas. Por cierto, dado el fútbol lento, enjuto y rácano de los blancos, pudieron salir airosos los tres centrales del equipo inglés. Cuando se veía a una legua que la cintura les crujía cuando se les llevaba a las bandas. 

Y, por si fuera poco, los cambios realizados por Zidane llegaron tarde. Insisto: los defectos que viene acusando el Madrid son tan claros como repetidos. Y los puede ver hasta un miope. Zidane debería visitar al oftalmólogo por si acaso. Que en Madrid debe haberlos muy buenos. El empate puede considerarse justo.










No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.