Alejandro José Hernández Hernández es árbitro perteneciente al colegio canario y hoy dirigiendo el partido Barcelona-Madrid, debido a sus muchos y graves errores cometidos, más que recibir el castigo de permanecer en la nevera durante un tiempo, le corresponde pasarse una temporada en Siberia para que vuelva en las mejores condiciones. ¡Qué horror de arbitraje! Calamitoso en extremo. Una desdicha para él y sobre todo para el Comité Técnico de Árbitros pertenecientes a la Real Federación Española de Fútbol. Me imagino que esta noche la pasará en vela Victoriano Sánchez Arminio.
Volvió Marcelo, una vez más, a evidenciar que su anarquía como defensor le concede a sus rivales facilidades para que ataquen por su costado con provecho. En esta ocasión, su regalo llegó en los primeros minutos del partido y de él se aprovechó Suárez para marcar el primer gol. Cierto es que también hace daño a los contrarios cuando ataca. Pero es un absurdo que el brasileño no ceje en su empeño de atacar por sistema para luego regresar andando al lugar de partida. Máxime cuando sabe sobradamente que a Ramos le cuesta lo indecible hacerle las coberturas por ese lado.
En cuanto a Ramos debo decir que hoy ha sido capaz de adelantar su posición para impedir que Coutinho, situado en el lado derecho, como acompañante de Suárez, lograra crear peligro. Me imagino que ha sido una especie de ensayo para afrontar las dificultades que puede crearle cualquier delantero del Liverpool, llegado el momento. De cualquier manera, el mejor jugador del Madrid en la primera parte ha sido Kroos. Gracias a él, el Madrid se hizo con las riendas del partido a partir del minuto 20. Y mereció, sin duda, el gol de Cristiano. Quien gozó de dos oportunidades más.
En la segunda parte, y debido a la expulsión de Sergi Roberto, el Barcelona jugo con diez. Y durante muchos minutos me acordé de aquel entrenador que decía que así se juega mejor, siempre y cuando el equipo que tiene once no sepa aprovecharse de su superioridad númerica. Ocurrió que de pronto se vino abajo Kroos, que había sido el mejor en la primera mitad, y ello animó tanto a Messi como a los defensas azulgrana. Quienes vieron el cielo abierto por la ausencia de Cristiano.
De modo que Keylor hubo de mostrarnos que sigue en un extraordinario estado de forma. Lo que no pudo evitar es el gol de Messi. Tras una falta de Luis Suárez a Varane, clara, como el agua clara, y que no vio Hernández Hernández. Tardó el Madrid en reaccionar. Pues Marco Asensio no se dejaba ver y Bale estaba demasiado estático en la banda derecha. Mas de pronto apareció el pase de Asensio para que Bale luciera su golpeo con su pierna de caoba: la izquierda. Y gol... del empate.
Los cambios se fueron sucediendo por ambas partes. Y a partir de ahí pudo ganar tanto el Barça como el Madrid. En un partido bronco, áspero, desagradable, aunque repleto de interés por el resultado y por lo que ambos equipos significan. En fin, demos gracias a que no ocurrió nada desagradable... A pesar de que el arbitraje del señor Hernández Hernández fue desastroso.
Volvió Marcelo, una vez más, a evidenciar que su anarquía como defensor le concede a sus rivales facilidades para que ataquen por su costado con provecho. En esta ocasión, su regalo llegó en los primeros minutos del partido y de él se aprovechó Suárez para marcar el primer gol. Cierto es que también hace daño a los contrarios cuando ataca. Pero es un absurdo que el brasileño no ceje en su empeño de atacar por sistema para luego regresar andando al lugar de partida. Máxime cuando sabe sobradamente que a Ramos le cuesta lo indecible hacerle las coberturas por ese lado.
En cuanto a Ramos debo decir que hoy ha sido capaz de adelantar su posición para impedir que Coutinho, situado en el lado derecho, como acompañante de Suárez, lograra crear peligro. Me imagino que ha sido una especie de ensayo para afrontar las dificultades que puede crearle cualquier delantero del Liverpool, llegado el momento. De cualquier manera, el mejor jugador del Madrid en la primera parte ha sido Kroos. Gracias a él, el Madrid se hizo con las riendas del partido a partir del minuto 20. Y mereció, sin duda, el gol de Cristiano. Quien gozó de dos oportunidades más.
En la segunda parte, y debido a la expulsión de Sergi Roberto, el Barcelona jugo con diez. Y durante muchos minutos me acordé de aquel entrenador que decía que así se juega mejor, siempre y cuando el equipo que tiene once no sepa aprovecharse de su superioridad númerica. Ocurrió que de pronto se vino abajo Kroos, que había sido el mejor en la primera mitad, y ello animó tanto a Messi como a los defensas azulgrana. Quienes vieron el cielo abierto por la ausencia de Cristiano.
De modo que Keylor hubo de mostrarnos que sigue en un extraordinario estado de forma. Lo que no pudo evitar es el gol de Messi. Tras una falta de Luis Suárez a Varane, clara, como el agua clara, y que no vio Hernández Hernández. Tardó el Madrid en reaccionar. Pues Marco Asensio no se dejaba ver y Bale estaba demasiado estático en la banda derecha. Mas de pronto apareció el pase de Asensio para que Bale luciera su golpeo con su pierna de caoba: la izquierda. Y gol... del empate.
Los cambios se fueron sucediendo por ambas partes. Y a partir de ahí pudo ganar tanto el Barça como el Madrid. En un partido bronco, áspero, desagradable, aunque repleto de interés por el resultado y por lo que ambos equipos significan. En fin, demos gracias a que no ocurrió nada desagradable... A pesar de que el arbitraje del señor Hernández Hernández fue desastroso.
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