El Madrid le dijo ven a Lopetegui y se armó la Gorda

Junio ha entrado atosigando, y no precisamente porque el sol haya sido ardiente, bochornoso, como marca el calendario, sino por cuestiones políticas y deportivas. Las políticas han acaparado los días correspondientes a una quincena aún no concluida, mientras que las deportivas principiaron con la renuncia de Zidane cual entrenador del Madrid y han continuado con el imprevisto fichaje de Julen Lopetegui por el club presidido por Florentino Pérez.

El presidente del Madrid estaba en deuda con Lopetegui. Algo escribí al respecto cuando éste le abrió las puertas del Oporto a Iker Casillas, cuya situación en el Bernabéu era ya motivo de escándalo casi todos los días. Lo cual fue posible al hacerse cargo el equipo blanco de gran parte de los dineros que ganaba el guardameta en su equipo. Por cierto, semejante operación no evitó que Lopetegui fuera despedido poco tiempo después.

Ser seleccionador nacional le ha valido al técnico guipuzcoano para que se le haya tomado en consideración. Pues nunca antes había despertado JL el menor entusiasmo en una profesión tan complicada y en la que la soledad prima por encima de todo entre quienes dirigen a un equipo. Y qué decir de una selección. No obstante, en cuanto el Madrid le dijo ven... Lopetegui atendió la llamada a media vuelta de manivela. Con celeridad de bólido. 

La decisión de Lopetegui ha desatado pasiones como para generar el calor necesario a fin de encender los sembrados en junio. De momento, el seleccionador ha sido decapitado por el presidente de la RFEF.  Y Fernando Hierro, director deportivo, ha quedado en entredicho. Ya que, al parecer, Sergio Ramos estaba al tanto de la operación. Por algo que me resulta grotesco: porque antes de fichar a Lopetegui se le había pedido su parecer.

Parece mentira que un equipo tan grande como el Madrid deba consultar a Sergio Ramos si  conviene o no fichar a Lopetegui o a Perico el de los palotes. Por razones obvias. Una de ellas es si será capaz el entrenador apadrinado por el capitán del Madrid de pedirle al cuerpo técnico el fichaje de un central que maneje la pierna izquierda. Otra, sin duda, decirle al futbolista nacido en Camas que se le han acabado los privilegios.  

A mí me no me hubiera importado que Lopetegui, tras haberse comprometido con el Madrid, hubiese seguido siendo el seleccionador en Rusia. Porque no es el primer caso que se ha dado en el fútbol mundial. Ahora bien, lo que sí me preocupa, a partir de ahora, es que el nuevo entrenador del equipo de mis amores trate de imponerle un modo de jugar que pueda sentarle peor que a mí un sombrero de ala ancha.

Me explico: sería insufrible una alineación repleta de mediapuntas, con Isco Alarcón dirigiendo la banda y donde tocar y tocar y tocar fuera la premisa principal. Hasta cundir el aburrimiento generalizado. Excepto para los antimadridistas; los cuales disfrutarían de lo lindo viendo que a los jugadores del Madrid se les había prohibido emplear la velocidad en ataque y los tiros a puerta. Es decir, una manera de jugar muy recomendada para quienes padecen de insomnio.

Adenda: Fernando Hierro ha sido elegido para sustituir a Lopetegui. Hay casualidades increíbles.