Juan Vivas ha dicho en repetidas ocasiones que su amistad con Juan Luis Aróstegui data de tiempos en los que ambos vestían pantalones cortos. Y tengo la certeza de que ambos sabían ya más que Lepe. Vamos, que los dos eran licenciados en perspicacia y en conocimientos de lo que les convenía hacer en cada momento. Yo me los imagino sellando su amistad mediante el ritual de un apretón de manos y la siguiente promesa: jamás hablaremos mal el uno del otro.
De la amistad de Aróstegui y Vivas, cuando ya eran treintañeros, sí puedo yo dar fe. Pues casi todos los días el primero visitaba al segundo en su despacho de gerente de la Sociedad de Fomento Procesa. Al cual también acudía quien escribe para dar cuenta a Vivas de cuanto acontecía acerca de la Escuela de Fútbol del entonces llamado Instituto Municipal de Deportes. En aquel tiempo, entre Aróstegui y servidor existía ya una barrera que impedía incluso darnos los buenos días. Distancias que se han mantenido hasta ahora.
Muchas han sido las veces que yo he dicho que el mejor aliado político con que cuenta nuestro alcalde es el hombre que hace y deshace en la Coalición Caballas. Los dos están a partir un piñón. Siempre lo han estado. El uno apunta y el otro dispara. Aunque, de vez en cuando, se vean obligados a hacer el paripé de que políticamente son enemigos furibundos. Pues de no ser así, la escasa simpatía que despierta Aróstegui terminaría por situar a Vivas en la ladera que conduce a la sima de la derrota en las próximas elecciones.
En esta ocasión, un artículo del político de la Coalición Caballas, publicado en su periódico favorito, bajo el título de "Puede ser aún peor", ha evidenciado lo mucho que desea Aróstegui, en caso de que los populares no obtengan los votos necesarios para gobernar en solitario, ver coligado su partido con el PP. Convencido de que esa forma de proceder tan dura contra su amigo Vivas, desde que ambos vestían pantalones cortos, podría despistar a los votantes de la derecha. Como si éstos fueran tontos a nativitate.
Dice el señor Aróstegui: "Ceuta necesita un cambio de política. Urgente. El modelo del PP de Vivas está absolutamente agotado. Todas y cada una de las claves de su forma de entender y gestionar la ciudad han quebrado". Y tacha a nuestro alcalde de decadente, cansado, aburrido... Luego se acuerda de por qué insiste en que es el momento de la izquierda. Pero la izquierda local, en su conjunto, nos dice, ha renunciado a asumir el papel como motor del cambio.
Lo que no confiesa el primer dirigente de la Coalición Caballas es que los socialistas llevan muchos años que no lo quieren ver ni en pintura. Por eso arremete contra Ciudadanos. Temeroso de que si las urnas les ayuda y la situación lo requiere, los de Albert Rivera decidan gobernar con los populares. Y, claro, no duda en ponerlos como chupa de dómine.
En fin, Juan Luis Aróstegui, tan perspicaz como advertido, se ha retratado: está deseando que se den todas las circunstacias para que su partido, Coalición Caballas, gobierne oficialmente con el Partido Popular. A pesar de que Vivas, su amigo, sea como gobernante todo lo que él dice... Con amigos como Aróstegui, claro es, no me extraña que nuestro alcalde no se fíe de nadie.
Muchas han sido las veces que yo he dicho que el mejor aliado político con que cuenta nuestro alcalde es el hombre que hace y deshace en la Coalición Caballas. Los dos están a partir un piñón. Siempre lo han estado. El uno apunta y el otro dispara. Aunque, de vez en cuando, se vean obligados a hacer el paripé de que políticamente son enemigos furibundos. Pues de no ser así, la escasa simpatía que despierta Aróstegui terminaría por situar a Vivas en la ladera que conduce a la sima de la derrota en las próximas elecciones.
En esta ocasión, un artículo del político de la Coalición Caballas, publicado en su periódico favorito, bajo el título de "Puede ser aún peor", ha evidenciado lo mucho que desea Aróstegui, en caso de que los populares no obtengan los votos necesarios para gobernar en solitario, ver coligado su partido con el PP. Convencido de que esa forma de proceder tan dura contra su amigo Vivas, desde que ambos vestían pantalones cortos, podría despistar a los votantes de la derecha. Como si éstos fueran tontos a nativitate.
Dice el señor Aróstegui: "Ceuta necesita un cambio de política. Urgente. El modelo del PP de Vivas está absolutamente agotado. Todas y cada una de las claves de su forma de entender y gestionar la ciudad han quebrado". Y tacha a nuestro alcalde de decadente, cansado, aburrido... Luego se acuerda de por qué insiste en que es el momento de la izquierda. Pero la izquierda local, en su conjunto, nos dice, ha renunciado a asumir el papel como motor del cambio.
Lo que no confiesa el primer dirigente de la Coalición Caballas es que los socialistas llevan muchos años que no lo quieren ver ni en pintura. Por eso arremete contra Ciudadanos. Temeroso de que si las urnas les ayuda y la situación lo requiere, los de Albert Rivera decidan gobernar con los populares. Y, claro, no duda en ponerlos como chupa de dómine.
En fin, Juan Luis Aróstegui, tan perspicaz como advertido, se ha retratado: está deseando que se den todas las circunstacias para que su partido, Coalición Caballas, gobierne oficialmente con el Partido Popular. A pesar de que Vivas, su amigo, sea como gobernante todo lo que él dice... Con amigos como Aróstegui, claro es, no me extraña que nuestro alcalde no se fíe de nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.