Goleada del Madrid

Marco Asensio ha marcado dos goles y ha dado dos pases de gol. El primero lo recibió Isco y no acertó a batir al meta melillense. El segundo lo aprovechó Javi Sánchez y obtuvo el tercer tanto del Madrid. Isco también hizo doblete. Y, por si fuera poco, Vinicius anotó su primer tanto. El Melilla dio señales de vida durante quince o veinte minutos. 

No tengo la menor duda de que Asensio e Isco serán portada en todos los medios deportivos. Y los elogiarán hasta la saciedad. A mí, sin embargo, lo único que se me ocurre decir es que una golondrina no hace verano. Válgame el refrán para determinar que un indicio de mejora que no se cumple con regularidad no puede ser visto como una norma de regla general.

Marco Asensio jugó una magnífica primera parte. Así que se le presentó la oportunidad de redondear una tarde extraordinaria. Pero en la segunda, vaya usted a saber el porqué, le pudo su abulia habitual y nos dejó con la miel en los labios. El mallorquín dio, una vez más, muestras evidentes de pereza. De falta de ambición. Lo cual, para quienes apreciamos su calidad en grado extremo, nos produce la consiguiente desazón.

Isco Alarcón. Durante mucho tiempo jugó al ralentí. A cámara lenta, vamos. Deambulando por zonas donde no era necesaria su presencia. Sin percatarse de que como segundo delantero podía haber armado un lío. Su fútbol no aportó nada destacable durante cuarenta y cinco minutos. Pero, cuando principiaba a pasar inadvertido, marcó un golazo que le sirvió para resarcirse. A partir de ahí su mejora fue evidente. Día llegará en que se percate de que ha de jugar como segunda punta.

Vinicius. Los aficionados tienen depositadas muchas esperanzas en él. Mas el brasileño se empeña en jugar desordenadamente. Su velocidad no concuerda con su coordinación. Juega a trompicones. Es verdad que su estilo de juego necesita campo abierto. Es el mismo caso de Bale. Dándole la pelota al pie se encuentra incómodo. Hete aquí un problema que debe ir superando el joven futbolista. Eso sí, derrocha voluntad a raudales. 

Javi Sánchez. Magnífico central, sin duda, cuyo rendimiento decrece jugando en el lado izquierdo. Aunque no está mal que en partidos de este calibre vaya adquiriendo oficio en esa demarcación. Tengo la certeza de que está ya en condiciones de jugar cuando su equipo lo necesite. Hoy ha dado la impresión de llevar mucho tiempo vistiendo la camiseta del primer equipo. Asimismo me ha gustado Fran García. Otro lateral zurdo que apunta muy buenas maneras. 

Mariano. Llevo mucho tiempo esperando ver al Mariano del Castilla y del Olympique de Lyon. Pero no acaba de producirse su eclosión en el Madrid. Ya sea por las lesiones o porque apenas juega. Hoy gozaba de una gran oportunidad. Y no la ha aprovechado. Ha abusado del individualismo, debido a su deseo de marcar gol. Se le notaba poseído por la ansiedad. Mala consejera. Y además capaz de provocar lesiones musculares.