Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

sábado, 26 de enero de 2019

La peor versión del Comandante Morales

Confesé hace tiempo que me agrada sobremanera sentarme ante el televisor para ver jugar al Levante UD, siempre y cuando no existan circunstancias que me lo impidan. La ilusión por ver al equipo granota, también aireada en su momento, se debe a que disfruto de lo lindo con las actuaciones de José Luis Morales, El Comandante. Futbolista extraordinario y por tanto merecedor de haber formado parte de la plantilla de uno de los clubes grandes de nuestra Liga. Pero no ha sido así. Lo cual sigue evidenciando que los merecimientos, a veces, no reciben el premio adecuado.

Así que antes de la una de la tarde ya estaba yo sentado en el sofá de la salita de estar dispuesto a ver el Sevilla-Levante UD. Y, naturalmente, a uno de mis jugadores preferidos de La Liga Santander. Pasaban los minutos y El Comandante parecía estar en Babia. Ajeno a cuanto acontecía a su alrededor. Mientras que yo me iba quedando a la luna de Valencia. Es decir, frustrado ante el pésimo rendimiento del futbolista más importante del equipo levantino. Hasta que me percaté de que Morales ejercía de lateral zurdo, en una defensa compuesta por tres centrales.

Paco López, cuya labor como entrenador del conjunto granota viene siendo tan fructifera como reconocida, no se dio cuenta de cómo Morales estaba sufriendo lo indecible en una demarcación que le sentaba peor que un traje de luces a un tío nacido en Wisconsin. Mientras los jugadores del Sevilla no cejaban en su empeño de aprovecharse de las facilidades que le estaba concediendo su rival por el lado izquierdo. Banda por la cual fueron llegando los goles del equipo hispalense.

Tiempo de sobra había tenido el técnico levantino para haber solucionado el problema. Pero, según lo visto, a PL tampoco le funcionaba la mollera como requería la situación. Y, claro, los jugadores del Sevilla aprovecharon esa brecha para golear a un equipo que siempre vende cara su derrota. Y lo peor del asunto es que José Luis Morales, de sobrenombre El Comandante, despilfarró en el Pizjuán gran parte de la credibilidad que se ha ganado a pulso con actuaciones brillantes. Y todo porque su entrenador estaba en las musarañas.

Es verdad que -en ocasiones- los entrenadores no vemos ni lo que tenemos delante. Y, peor aún, nos cuesta rectificar nuestros propios errores. Fiándolo todo a la diosa Fortuna. Esa suerte de la cual disfrutó el conjunto granota en la primera parte. En la segunda, apareció Ben Yedder y abrió el marcador para que se produjera el derrumbe del equipo dirigido por Paco López. Quien no tuvo su tarde. Y, además de la severa derrota que recibió su equipo (5-0), nos permitió ver la peor versión de un futbolista que cuenta con muchos admiradores. No me extraña que José Luis Morales, alias El Comandante, haya largado tela marinera, después del partido.



















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