Pedro Sánchez y el voto útil

Si alguien puede presumir en la política española de ser inaccesible al desaliento es, sin duda alguna, Pedro Sánchez. Se aferró hace ya tiempo a esa frase tan manida de quien la sigue la consigue y ha terminado alcanzando el fin deseado: ser el ganador de unas elecciones generales que le permiten disfrutar de una posición inmejorable para continuar residiendo en el Palacio de la Moncloa.

Nadie podrá decir que ha sido fácil el camino recorrido por secretario general del PSOE hasta la fecha. En ningún sentido. Primero tuvo en contra a los gerifaltes de su partido hasta el punto de que decidió dimitir de su cargo y también renunció a su escaño de diputado en el Congreso. A partir de ahí se echó a la carretera para recorrer todos los pueblos de España pidiendo el apoyo de los militantes socialistas para volver a la sede de Ferraz con plenos poderes.

Semejante proceder de PS fue catalogado de aventura descabellada. De viaje emprendido a ninguna parte por un personaje ávido de poder y con la chaveta necesitada de una revisión estricta... Cuando todo eso ocurría, octubre de 2016, la corrupción generalizada y los independentistas catalanes copaban los periódicos de papel, los digitales, radios y televisiones. Mientras que las andanzas de nuestro hombre aparecían en los medios de higos a brevas.

Durante una charla de sobremesa que mantuve en aquel tiempo, alguien tachó de loco a Pedro Sánchez. Y a mí se me ocurrió responderle que el loco que persiste en su locura termina siendo sabio. Recibí como respuesta la sonrisa detestable de quienes nunca han apreciado el valor que anida en las personas dotadas de voluntad férrea y espíritu de lucha. Esas personas que nunca se doblegan ante las circunstancias adversas.

Tan adversas como para atreverse a gobernar con el mínimo de diputados y con la ayuda de partidos independentistas que no dejaban ni dejan de causar ira entre los españoles que no concebimos que la unidad de España sea puesta en peligro. Pues bien, Pedro Sánchez se ha convertido en un personaje que, de momento, se ha ganado el derecho a ser tenido como ejemplo de tenacidad y persistencia. Es decir, duro como el pedernal.

Con Pedro Sánchez afincado en La Moncloa, mentiría si no dijera que a los ceutíes les vendría muy bien que los socialistas ganasen las próximas elecciones autonómicas. Con todos mis respetos para los demás partidos. Pues un dirigente socialista sería siempre mejor recibido por el presidente del Gobierno de España. Y haría posible que la primera autoridad consiguiera logros palpables para esta tierra. Lo imperdonable sería, caso de producirse ese hecho, que siguiera en esa línea de contarnos a su regreso lo mucho que en Madrid quieren a Ceuta... Sobre todo por ser tan buenos españoles sus ciudadanos.

Frase

Ahora más que nunca se impone el voto útil