Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 7 de junio de 2019

Decadencia de Podemos


Un amigo mío, cuyo sentido del humor nos relaja a cuantos tenemos la suerte de frecuentarlo, emite su opinión cada vez que sale a la palestra la palabra progresista: "Generalmente lo es todo el mundo, pues nadie quiere volver a la lavativa y a la sangría, pero curiosamente ahora sólo quienes pertenecen a Unidos Podemos, o a Unidas Podemos, se creen en posesión de la verdad. 

De mi amigo me he acordado viendo y escuchando atentamente a Pablo Iglesias pidiendo a gritos canonjías, beneficios, prebendas... a Pedro Sánchez. Recordándole, a cada paso, que es de bien nacido ser agradecido. Y que debe acordarse de cuando Podemos puso sus diputados al servicio del voto de censura contra el Gobierno del Partido Popular. Es decir, que espera ser recompensado por los servicios prestados por darle matarile político a Mariano Rajoy.

Hace dos años, más o menos, hubiera sido inconcebible que alguien hubiese anticipado la decadencia de un partido que surgió amparado por una clase media que tomó la calle para protestar enérgicamente contra la crisis económica y la corrupción generalizada. Terreno abonado para cualquier partido comunista. Y a fe que Podemos logró su propósito.

Pues bien, quien escribe fue tildado, en febrero de 2017, de sentir aversión hacia Pablo Iglesias. Una solemne tontería. A la que respondí diciendo que a mi edad me daba igual ocho que ochenta... Aunque al día siguiente escribí, entre otras cosas, que a mí me daba en las pituitarias que Pablo Iglesias acabaría pegando un petardo como dirigente político.

Luego lo taché de cursi. Fue cuando Pablo Iglesias decidió rememorar el "beso fraternal" entre dos líderes comunistas de la Guerra Fría; Leonidas Breznev (URSS) y Erich Honecker (RDA). Escena que fue motivo de rechifla en Occidente. Ocurrió que Iglesias y Xavi Doménech, político catalán, decidieron darse un beso en la boca en el Congreso de los Diputados. Ante la sorpresa generalizada de los diputados.

La fotografía del 'beso fraternal' sirvió para que cundiera el cachondeo en Francia, Italia, Portugal, Inglaterra, Alemania y... hasta en "la Cochinchina". Desde entonces, y a los hechos me remito, Unidos Podemos fue a menos en todos los sentidos. El primero en abandonar el barco fue Xavi Doménech. A quien el beso en la boca con Pablo Iglesias, según lo visto, le sentó como un tiro. En fin, que da grima ver de qué manera el gran líder comunista, PI, no cesa de hacerle a Pedro Sánchez la pregunta tan manida: Y de lo mío ¿qué?

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