Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

martes, 9 de julio de 2019

La plaza de África está siendo desnaturalizada


Creo que fue Guillermo Cherino quien me presentó a don Alejandro Sevilla en el verano de 1982. Y hasta juraría que el hecho se produjo en El Morro. Cuando yo iba al Murube y ambos estaban dialogando a pocos metros del estadio. Aquel día fue el comienzo de una gran amistad entre don Alejandro -quien fue Vicario General de la Diócesis de Ceuta y Deán de la Catedral- y quien escribe. 

A mí me agradaba hablar con él. Sobre todo porque me escuchaba con gran atención. Es más, cuando yo no andaba con ganas de pegar la hebra, no dudaba en sacarme las primeras palabras con sacacorchos. Y a partir de ese momento todo era más fácil. Hace ya años, muchos, mi teléfono sonó pasadas las doce de la noche. Era Alejandro Sevilla

-Manolo, ¿podrías hacerme el favor de entrevistar al presidente del Tribunal de la Rota?

El presidente del Tribunal de la Rota se alojaba en el Hotel Parador La Muralla y tenía que embarcar a las nueve de la mañana. Así que me presenté muy temprano en la recepción del establecimiento y sin saber ni papa del asunto sobre el cual debía dialogar con mi entrevistado. El presidente era un señor que imponía respeto y además tenía calcada en la cara las huellas de quien no tenía costumbre de abandonar la cama tan pronto.

Nada más sentarnos a la mesa del comedor, con el fin de espabilarnos con el café correspondiente, se me ocurrió romper el hielo con la siguiente pregunta: ¿por qué la Iglesia es sabia? Y el presidente del Tribunal de la Rota respondió a media vuelta de manivela.

-¡Por alcahueta, por alcahueta, por alcahueta! 

A partir de ahí, aquel hombre me abrió de par en par las puertas de su simpatía. Así que me fue posible hilvanar una entrevista donde llegué a creerme que sabía tela marinera de los asuntos eclesiásticos. Cuando dimos por finalizada la conversación, el presidente del Tribunal de la Rota, que estaba entonces llevando todo lo relacionado con la nulidad del matrimonio correspondiente a Rocío Jurado y Pedro Carrasco, decidió retrasar su viaje.

Así que durante una hora, más o menos, paseamos por los alrededores del hotel. Y no dudó en decirme que la Plaza de África era una joya... "Mire usted, ayer por la noche, tras la conferencia, la estuve contemplando con placer. Recreándome en la suerte, como dicen en Sevilla. Es una plaza recoleta, con edificios que realzan su encanto. Y enmarcada, además,  por dos mares".

Cuando paso por la Plaza de África,  que suele ser diariamente, sigo sin entender por qué se empeñan en desnaturalizarla... ¿Cuál es el motivo?...









  





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