Messi y diez más

Me cuento entre los peores televidentes del país, pero no tanto que llegue al ayuno y, menos aún, a la abstinencia de pantalla. Zapeo, veo y, normalmente, vuelvo al zapeo, como bien decía mi admirado Lázaro Carreter. Pero nunca me interesó detenerme en Barça Televisión. De ahí que me acuerde de que ayer fue la tercera vez que accedí a ella para quedarme a  ver el partido correspondiente al Trofeo Joan Gamper. 

El Camp Nou estaba abarrotado. Los comentaristas decían que el lleno era absoluto. A pesar de que los aficionados tenían asumido que Messi y Suárez no estarían en el once inicial. Así que el atractivo del encuentro radicaba en la presencia de Griezmann y De Jong. Recientes fichajes del conjunto azulgrana. Los cuales han generado una extraordinaria expectación entre los 'culés'. 

Hace quince días, si la memoria no me falla, opiné yo sobre la actuación de ambos en el partido que jugaron ante el Chelsea. Griezmann actuó como delantero falso y sin nadie por delante en quien pudiera apoyarse. Destaqué su voluntad. Ya que quiso pero no pudo ser el Griezmann que todos conocemos. De Jong se mostró como era habitual en el Ajax: participativo y tratando por todos los medios de combinar con todos sus compañeros. Es decir, toque y desmarque sin solución de continuidad.  En rigor, estilo Barça ciento por ciento.

La ausencia de Messi ante el Chelsea me permitió decir, una vez más, que el Barcelona sin la estrella argentina no asusta a nadie. Verdad incuestionable. También hablé acerca de la importancia que tiene Luis Suárez en su equipo. Pues bien, ayer el Arsenal jugó a placer durante muchos minutos y pudo ganar el partido con cierta comodidad..., ante un Barcelona cuyo juego producía bostezos. 

En principio, Griezmann fue condenado a jugar como único delantero. Sin la ayuda de nadie ni por delante ni por detrás. En cuanto a De Jong, trató de llenar el escenario con su forma de proceder pero sin ninguna eficacia. Así que ambos pasaron tan inadvertidos como un suspiro en un huracán. Menos mal que el Arsenal empezó a fabricar su derrota con un gol en propia puerta. Por fallo cometido entre un defensa y su portero. Luego, cuando el partido estaba dando las boqueadas, Luis Suárez -que llevaba varios minutos en el césped- obtuvo el segundo tanto. 

En fin, visto lo visto, el entrenador del Barcelona no cometería nigún desatino si al preguntársele por la alineación, respondiera con frase tan manida: Messi y diez más... Eso sí, la estrella argentina impondría siempre la alineación de Suárez. Y es que ambos son quienes mandan en el actual Barcelona. Así que tanto De Jong como Griezmann habrán de aplicarse al cuento...