No es la primera vez que el Madrid sale ileso de situaciones complicadas. En las que todo indicaba que podía quedarse como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando. Es lo que les digo a quienes me preguntan por los dos partidos que ha de jugar el conjunto blanco esta semana. Sergio Ramos ha apelado a que salgan a jugar los tíos con toda la barba y se queden fuera los niños...
Vamos, que la consigna es que está prohibido acoquinarse ante Manchester City y Barcelona. Es decir, que sobran los futbolistas que se escondan, se asusten o traten de pasar inadvertidos. Pero al 'Gran Capitán' se le ha olvidado decir que les está prohibido atolondrarse. Es decir, tratar de ganar atropellando la razón. Cosa que él viene haciendo habitualmente con sus subidas al ataque sin ton ni son.
El Madrid necesita orden defensivo y también superar esa carencia de gol que viene mostrando en los últimos partidos. Axioma. Así que Benzema deberá estar acompañado por otro delantero. Lo cual invita a pensar en que Zidane podría distribuir a sus jugadores bajo el sistema 1-4-4-2. Lo cual le permitiría a su equipo más contundencia en ataque y mejor defensa -por las bandas- cuando le toque replegarse al equipo.
Nápoles-Barcelona
Ambos equipos se olvidaron de que había porterías. Sobre todo el conjunto azulgrana. Que dejó inédito a Ospina. Los italianos dominaron pero tampoco pusieron a prueba a Ter Stegen. Chutaron tres veces. Y Mertens obtuvo el gol en una de ellas. Me sorprendió el riesgo que corre el conjunto napolitano jugando desde atrás con pasecitos cortos y horizontales. Y también la poca participación de Messi. Lo que influyó negativamente en el rendimiento de su equipo.
En la segunda parte, Ter Stegen intervino extraordinariamente en tres ocasiones claras de gol. Y además llegó el tanto de Griezmann en el momento oportuno. Es decir, cuando parecía que los hombres de Gennaro Gattuso eran capaces de aumentar su ventaja. A partir de ahí se fueron sucediendo incidentes que debilitaron a ambas partes. Mertens, que fue objeto de una dura entrada de Busquets, se retiró lesionado. Busquets no podrá jugar el partido de vuelta por acumulación de tarjetas. Vidal fue expulsado. Y Piqué se torció un tobillo.
El empate es un magnífico resultado para el Barcelona. Que sigue abusando de la posesión. Tal vez confiado en que Messi resuelva los partidos con sus intervenciones. Hoy no lo ha hecho. Quizá pensando en que el domingo tiene que dar el do de pecho frente al Madrid. El Barcelona llegará eufórico al Bernabéu. Puesto que sus jugadores son conscientes de que los últimos resultados han minado la moral de los jugadores blancos.
El Madrid necesita orden defensivo y también superar esa carencia de gol que viene mostrando en los últimos partidos. Axioma. Así que Benzema deberá estar acompañado por otro delantero. Lo cual invita a pensar en que Zidane podría distribuir a sus jugadores bajo el sistema 1-4-4-2. Lo cual le permitiría a su equipo más contundencia en ataque y mejor defensa -por las bandas- cuando le toque replegarse al equipo.
Nápoles-Barcelona
Ambos equipos se olvidaron de que había porterías. Sobre todo el conjunto azulgrana. Que dejó inédito a Ospina. Los italianos dominaron pero tampoco pusieron a prueba a Ter Stegen. Chutaron tres veces. Y Mertens obtuvo el gol en una de ellas. Me sorprendió el riesgo que corre el conjunto napolitano jugando desde atrás con pasecitos cortos y horizontales. Y también la poca participación de Messi. Lo que influyó negativamente en el rendimiento de su equipo.
En la segunda parte, Ter Stegen intervino extraordinariamente en tres ocasiones claras de gol. Y además llegó el tanto de Griezmann en el momento oportuno. Es decir, cuando parecía que los hombres de Gennaro Gattuso eran capaces de aumentar su ventaja. A partir de ahí se fueron sucediendo incidentes que debilitaron a ambas partes. Mertens, que fue objeto de una dura entrada de Busquets, se retiró lesionado. Busquets no podrá jugar el partido de vuelta por acumulación de tarjetas. Vidal fue expulsado. Y Piqué se torció un tobillo.
El empate es un magnífico resultado para el Barcelona. Que sigue abusando de la posesión. Tal vez confiado en que Messi resuelva los partidos con sus intervenciones. Hoy no lo ha hecho. Quizá pensando en que el domingo tiene que dar el do de pecho frente al Madrid. El Barcelona llegará eufórico al Bernabéu. Puesto que sus jugadores son conscientes de que los últimos resultados han minado la moral de los jugadores blancos.
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