Madridistas decaídos.

Me dice un madridista fetén, con quien suelo hablar muy a menudo, que ha perdido la confianza en su equipo. Y a mí, viéndole tan decaído, me da por levantarle la moral. Y lo hago recordándole los puntos débiles que tiene el Barcelona... Los cuales, le digo, si son aprovechados por Zidane, podrían servir para que el equipo blanco obtuviera una victoria que necesita más que nunca. Mi interlocutor responde así: "¡Cómo me reconforta escucharte, Manolo...!, en fin ¡ojalá aciertes!" 

Tras despedirme de mi conocido, comprendo que éste sea uno más de los innumerables seguidores del Madrid a quienes no les llega la camisa al cuerpo ante el decisivo partido de mañana en el Bernabéu. Y es que todos sabemos que el conjunto blanco ni marca goles ni se muestra firme en defensa. Los últimos resultados han puesto en evidencia lo que decimos. O sea, que si el Madrid carece de gol y es frágil en defensa, mucho me temo que Lionel Messi se aproveche de las circunstancias para hacer de su capa un sayo.

En rigor, lo mejor es que los madridistas dejen de comerse el tarro. Eso sí, sería conveniente que invocaran a alguien de su devoción, a fin de que Zinedine Zidane no cometa errores de bulto; de esos que a cualquier entrenador le costaría la destitución fulminante. Pero en el caso que nos ocupa los hay que siempre tienen la frase oportuna para momentos así. "Es injusto criticar negativamente a Zizou con lo que nos ha dado". Pero se les olvida recordarnos los beneficios profesionales y económicos que le han proporcionado ser entrenador del Madrid.

En fin, creo conveniente cambiar de tercio sin dejar de hablar del considerado como mejor equipo del mundo. Aunque últimamente esté dando barquinazos. Dado que el Madrid lleva ya mucho tiempo pidiendo a gritos la contratación de un central zurdo, quien escribe no se pierde un partido ni del Getafe Club de Fútbol ni del Real Valladolid. Para ver a dos futbolistas que vienen destacando sobremanera en esa demarcación. Ellos son Djené Dakoman y Mohamed Salisu.

Tanto el togolés como el ghanés tienen tantas cualidades como para que uno no dude en afirmar que ambos gozan de una condición inmejorable para jugar en el Madrid. Sí, ya sé que hay técnicos que suelen decir que no es lo mismo ser zaguero en equipos modestos que en uno de los considerados grandes de nuestro fútbol. Donde se ataca más y los marcajes son menos rigurosos. Pues bien, el Getafe defiende lejos de su portería y en el debe de Djené los errores son mínimos. En cuanto a Salisu, dentro de un sistema de juego distinto, brilla por hacerse respetar y por tener un sentido extraordinario de la colocación.

Lo que es improcedente y no debería ser aceptado ni por su entrenador ni mucho menos por quienes forman la dirección técnica del Madrid, es que la plantilla carezca de un central zurdo y sin embargo haya tres diestros. Perdón, cuatro, si contamos con Nacho, cuya polivalencia ha servido para tapar en muchas ocasiones tan imperdonable dejadez en un club tan grande. ¿Por qué será...?